La matemática pura del fraude electoral en Miami-Dade
Por Alan Farago
Tomado del blog Eye on Miami
Un lector opinó: “Esto no es democracia”.» Otro señaló: “Solo la mitad del electorado de Miami-Dade está inscrito para votar”. Ni puedo negar ninguna de las dos implicaciones, ni la de lectores que han comentado durante mucho tiempo en el blog Eye on Miami (EOM) que el fiscal del estado (que acaba de regresar al cargo en la primaria de esta semana) y los investigadores estatales y federales han tolerado el fraude electoral en Miami durante mucho tiempo.
Durante dos años, este EOM ha denunciado el fraude electoral de los votos por correo. Mi co-bloguero, Genio de la Desesperanza, acudió en persona al departamento de elecciones y preguntó si las firmas en el registro electoral concordaban con las de los votos por correo.
Según The Miami Herald, del 8 por ciento de los residentes de Miami-Dade que acudieron a votar esta semana, 37 por ciento lo hizo por correo,. “En general, menos de la mitad de los votos en la primaria se efectuaron el martes en los colegios electorales. Además de los votos por correo, otros 38 000 votos se efectuaron durante el período adelantado de votación. Del total de 248 496 votos efectuados, solo 117 591 se hicieron el Día de Elecciones”.
Lo que eso significa es que menos del 4 por ciento de los residentes de Miami-Dade decidieron quien debía avanzar por medio de la elección primaria. No es de extrañar que los votos por correo desempeñen un papel tan desmesurado en los resultados o por qué los que recogen las urnas son como los traficantes de crack en las esquinas de Miami-Dade.
Pero la actitud pública subyacente es aún más preocupantes: a la gente no le interesa el resultado porque creen que se juega a la democracia con dados cargados. ¿Quién puede estar en desacuerdo con un gobernador que gastó $80 millones de dólares de una fortuna ganada dirigiendo una compañía que explotaba los reembolsos gubernamentales por servicios médicos, u otro gobernador cuyo primer trabajo como consultante al marcharse de Tallahassee fue con Lehman Brothers, quienes vendieron al estado cientos de millones de deudas malas para sus fondos de jubilación, sumenle a ellos el Tea Party –financiado por grandes corporaciones y contaminadores– que presionan a favor de sus virulentas formas de locura? A nivel de los cargos públicos locales, la cosa está igual de mala, si no peor. ¿La puerta giratoria entre los reguladores (v.g. comisionados de condado y personal de altos salarios) y los regulados?
No es de extrañar que la gente no se inscriba para votar y que no vote.
Por otra parte, no usar la urna empodera a los recolectores de votos por correo. Llámesele democracia de mercado negro y un baldón para Estados Unidos. Uno pudiera preguntarse: ¿cuántos de esos muchachos que se reunían y coreaban “¡USA, USA!” cuando fue asesinado Osama bin Laden se inscribieron para votar, y cuántos llegaron a hacerlo?
Es por eso que creo que el Día de Elecciones, debieran cerrar todos los centros de trabajo y manchar de tinta los dedos de los que votan para llamar la atención sobre los que no votan. Así es como se hace en la mayor democracia del mundo, la India. Tomé la foto que se muestra la primavera pasada.
Mientras tanto el FBI –que ya considera al sur de la Florida como el terreno de pruebas del fraude en EE.UU.– debiera enviar a centenares de agentes a infiltrarse en la operación de manipulación de votos, que es una parte normal de las elecciones en el condado más populoso de la Florida. Debiera haberse hecho hace mucho tiempo. En verdad, altos funcionarios de ambos partidos políticos –demócratas y republicanos– han tolerado la corrupción.
Hagan de este un caso federal, ya que los encargados de procesarlo a niveles local y estatal no lo harán.
Publicado el 29/08/2012 en Política. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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