Sin culpables. Cuando de agredir a #Cuba se trata

Por: Carlos Enrique

Quién da sombra a la impunidad fue el último comentario que leí en la prensa sobre la interminable lista de atentados terroristas contra las agencias de viajes a la isla de Cuba, sin embargo hizo que volviera a la carga sobre el tema porque al parecer; silencio es la herramienta que utiliza la prensa enemiga de la causa cubana y paños tibios con la extrema derecha de Miami la táctica del FBI y la administración Obama.

Muchos meses después de que un atentado con bombas destruyera en Miami las oficinas de Airline Brokers, una agencia especializada en viajes de Estados Unidos a Cuba, El Buró Federal de Investigaciones, no sólo mantiene silencio, sino que ahora trata de desviar la atención pesquisando la actuación de esas agencias.

Otra descarada maniobra de los enemigos del gobierno cubano es ahora avalada más allá de la forma del Departamento de Estado por la mano de la Agencia Central de Inteligencia y el FBI argumentando rivalidades entre esas compañías que promueven los viajes a La Habana y el envío de remesas de ayudas.

Sin embargo, muy pocas fuentes se pueden citar a la hora de redactar las verdades que desde un inicio de esas acciones funcionarios e investigadores del Cuerpo de Bomberos del condado Miami-Dade reconocieron la intencionalidad del hecho y argumentaron que los sospechosos emplearon botellas incendiarias, pero todavía no hay arrestos, indicios o pistas que lleven a los verdaderos terroristas.

No obstante, quienes se mantienen pegados a la realidad y conocen el largo historial terrorista fabricado y practicado en esta ciudad de Miami, mantienen escepticismo y dudas, pensando si este atentado será uno más del extenso listado de ataques contra Cuba, aún sin resolver.

Nada que decir sobre el doble vandalismo contra Airline Brokers que se convirtió en la nueva víctima del terrorismo anticubano, después de manejar las operaciones y vuelos a la mayor de las Antillas durante la visita papal, efectuada del 26 al 28 de marzo pasado.

Una peregrinación que fue iniciativa de la Arquidiócesis de esta ciudad del Sur de la Florida y de la Iglesia Católica Cubana, para que cientos de emigrados residentes en Estados Unidos visitaran la Isla durante la estancia del Santo Padre Benedicto XVI; y hablan de terrorismo islámico.

Ni del FBI, ni de la CIA, como tampoco de los elementos más recalcitrantes de la contrarrevolución cubana en la prensa de la urbe floridana, se escuchan comentarios que involucren a esos férreos detractores de cualquier intercambio entre Cuba y su diáspora, que también estuvieron en contra de la peregrinación y por supuesto, sabotearon a Airline Brokers.

Todo, todito, a pesar de que la inmensa mayoría de los terroristas culpables de estos crímenes en Miami no fueron arrestados ni procesados, y quienes enfrentaron la justicia, cumplieron escasas y leves condenas.

No actuar ni encausar y procesar judicialmente a los culpables, como la ley exige, es volver a un pasado tenebroso en Miami cuando todo lo relacionado con el terrorismo perpetrado por la extrema derecha cubano americana era tratado como asuntos comunes e imperaba el terror y no la ley.

A pesar de que los expertos antiterroristas del FBI no pueden mostrar evidencias ni acusados del hecho terrorista, el sitio digital Nuevo Acción, dirigido por el reconocido mercenario de origen cubano Aldo Rosado-Tuero, si hace trabajos difamatorios contra la compañía de viajes.

Sin embargo, la prensa de aquí y ningún funcionario público exigieron a las autoridades pertinentes el esclarecimiento de aquella acción terrorista al estilo de Luis Posada Carriles y sus discípulos, entre ellos; Dionisio Suárez y Santiago Álvarez.

Muchos redactores tuvieron la oportunidad de profundizar en la acción terroristas que por otro lado dice combatir la Casa Blanca alrededor de todo el planeta.

Los periodistas dejaron pasar esa posibilidad cuando el arzobispo de Miami Thomas Wenski bendijo las nuevas oficinas en Coral Gables de la compañía Airline Brokers el 28 de junio pasado, después del sabotaje que destruyó sus oficinas.

No actuar contra los terroristas de Miami, cuando Estados Unidos ha ido a la guerra, o ha apoyado las de Irak, Afganistán, Libia y ahora, Siria, con el supuesto propósito de destruir a terroristas, a organizaciones terroristas o a gobiernos que apoyan al terrorismo, es una burla a la justicia internacional y un cheque de garantías a la mafia anticubana.

De cualquier manera, las autoridades norteamericanas llevan más de medio siglo sin preocuparse mucho por encontrar culpables cuando de agredir a Cuba se trata.