Cambio climático, el nuevo Caballo de Troya (#Cuba #Venezuela #EEUU #Mexico)

Saul Landau

El cambio climático parece haber exacerbado la estupidez de la vida diaria de Estados Unidos, o quizás hemos sufrido durante mucho tiempo las consecuencias del modo capitalista de producción, además de los derivados negativos de la enorme maquinaria norteamericana de guerra. Ambos sistemas se alimentan de la naturaleza, la cual no puede complacer sus demandas. Por ejemplo, ambos sistemas emiten inmensas cantidades de dióxido de carbono, el gas de invernadero más significativo que es quemado en la producción y en la guerra, y bombeado a la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas. Los gases atrapados provocan el cambio climático.

Recientes descubrimientos científicos han encontrado 400 partes por millón de CO2 (bióxido de carbono) –la mayor en la historia humana. Los descubrimientos presentaron a todos los seres conscientes “un momento de significación simbólica en el camino hacia la idiotez”: Despierten al sonido de la alarma acerca de la urgente acción climática, o que se jodan las futuras generaciones. Esta concentración de CO2 para el cambio climático ha incrementado sus niveles en el volcán Mauna Loa de Hawái. Y, según reportó Science Daily, la tasa de crecimiento se ha acelerado desde que comenzaron las mediciones, de alrededor de 0,7 partes por millón por año a fines de la década de 1950, a 2,1 ppm anuales durante los últimos 10 años.

Este nuevo umbral representa la suprema capacidad del capitalismo para cagar en el plato de la Naturaleza en el que come. Pero también parece haber formado un tipo de carapacho global alrededor de la conciencia humana, como si los líderes soñaran despiertos cuando se enfrentan al tema de las emisiones galopantes de gas de invernadero. “¿Por qué tengo que pensar en eso? Que las próximas generaciones de enfrenten al problema”, según su conclusión. Nuestra moderna Casandra, Al Gore, escribió que “estamos cosechando las consecuencias de nuestra imprudencia”.

Los que tienen que tomar la iniciativa, Obama y los líderes de las otras áreas de producción y consumo masivos, han carecido tanto de la imaginación como del coraje para presionar a favor de un cambio masivo en el sistema productivo. Los libros de historia –los que se han escrito más recientemente– los describirán como ejemplos de fracaso de tan siquiera impedir el fin de la historia humana.

¿Pueden ellos no imaginar un mundo donde el masivo consumo de energía se reduzca? ¿Dónde toda la vida no gire alrededor del valor espiritual de comprar cosas?

A veces las historias acerca del sufrimiento de las personas reales pueden sacar a los comatosos de su encierro craneal. Una mujer de California sufrió abruptos y negativos deslices de la vida como resultado del cambio climático. ¿Puede esta anécdota alertar al público?

La fiebre del valle, no la que sufren los adolescentes de Los Ángeles en su segundo año de secundaria, es la enfermedad que dejó a “Candice Steed mirando a su madre a través de la ventana de una habitación de hospital en California. Funcionarios de salud pública de California dicen que la fiebre del valle, potencialmente letal… y que infesta a cada vez más personas en todo el país, ha venido aumentando a medida de que un clima más cálido y la sequía han levantado el polvo que la propaga.

“La fiebre ha golpeado el centro de la agricultura de California, en especial de manera dura en años recientes, con un ascenso dramático de la incidencia en 2010 y 2011. La enfermedad –que es prevalente en regiones áridas de Estados Unidos, México, Centroamérica y Sudamérica– puede ser contraída al respirar esporas rociadas de hongos provenientes del polvo perturbado por el viento, así como por la actividad humana o animal”.

El hongo, sensible a los cambios medioambientales, dicen los expertos, y un clima más caliente y más seco, han incrementado el polvo que lleva las esporas. Funcionarios de la salud pública federal y californiana dicen que la fiebre del valle, una enfermedad… potencialmente letal que infesta cada vez a más personas en toda la nación, ha ido en aumento a medida que el clima más cálido y la sequía perturban el polvo que la propaga. AP reportó un aumento del 85 por ciento de casos en todo el país desde 1998 hasta 2011, con California y Arizona con el mayor número de los casos”.

Tales nefastas noticias se equiparan con los votantes republicanos eligiendo a un escaño en la Cámara de Representantes al exgobernador Mark Sandford, el cual hizo del Sendero de los Apalaches un sinónimo del adulterio. Sin embargo, los brotes de fiebre del valle no han alterado la convicción de millones de norteamericanos de que Obama es un musulmán socialista oriundo de África, o que los comunistas le encajaron la ONU a Estados Unidos para destruir su libertad.

Este estado de negación global, o estupidez política, también ha venido a identificar a nuestra era de desprecio por los laboratorios que hacen nuevos aparatos quemadores de energía para aumentar los patrones de consumo. Se hace comparativamente poca inversión en las áreas destinadas a rescatar la vida humana del aumento de los gases alojados en la atmósfera por el síndrome de compulsión del crecimiento vinculado al consumo. Participamos en actividades de cambio climático –incluyendo la muerte temprana causada por enfermedades provocadas por el cambio climático–, pero la población de los estados “rojos” aún niega este masivo cambio global y lo etiquetan como “propaganda liberal”.

Los republicanos se han vuelto tan vulnerables como los demócratas a algunos resultados del cambio climático. Otra víctima de la fiebre del valle, Bernadette Madrid, de 29 años, dice que “la enfermedad la ha dejado ciega, y los medicamentos que le han recetado para combatirla le han destrozado los riñones”. Karen Werts dijo: “He perdido dos años de mi vida por la fiebre del valle y ahora vivo con estos temores constantes en el fondo de mi mente”.

El 9 de enero de 2001, Cheryl Youngblood perdió a “Michael, su saludable esposo de 30 años, grande y fuerte, debido a la fiebre del valle”. Murió a los 49 años, “el carapacho de 144 libras de quien era”, dijo ella.

El aumento en el contagio de la fiebre del valle y de enfermedades relacionadas causadas por el clima crecerá en todo el mundo, ¿pero ayudarán a disminuir la importancia de las banalidades en nuestros propósitos políticos? Ante el desastre planetario, una facción del Partido Republicano en Dakota del Norte aprobó en fecha reciente la ley antiaborto más severa de la nación, y declaró que un huevo humano fertilizado tiene el mismo derecho a la vida que una persona totalmente formada.

Otros titulares muestran una mayor dependencia en las guerras de drones, se quejan del retraso de los nombramientos gubernamentales y revelan la diaria corrupción política junto a las “noticias” de matrimonios de famosos, divorcios y rehabilitación contra las drogas, cuya mezquindad no se relaciona con la inminente tragedia global.

Los científicos afirman que el cambio climático amenaza la vida futura. Algunos profetizan la catástrofe si no nos reformamos, pero permanece la maldición de Apolo. “Cuidado con la tecnología que quema energía” pudiera reemplazar a la advertencia de “griegos que traen regalos”. Dentro de este nuevo caballo de Troya del desarrollo se encuentra el mecanismo que condenará a nuestros herederos, a no ser que hagamos ahora drásticas reformas –en especial aquí y en China, donde se produce la mayor cantidad de gases de invernadero.

Los ciudadanos tienen que hacer su propia historia actuando y forzando a sus líderes a que se enfrenten al cambio climático antes de que sea demasiado tarde.

Publicado el 29/05/2013 en Opiniones, Política. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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