Neymar no es Messi

Por: Ramón Bernal Godoy

El ambiente futbolístico está que arde tras las derrotas consecutivas del club Barcelona frente al Ajax (en Champions League) y Atlético de Bilbao (en la Liga), pero lo que más tiene “preocupados” a los seguidores del buen futbol no son solamente las derrotas y el pobre nivel mostrado por el club catalán después de la baja de Leonel Messi sino también el bajo rendimiento de su estrella brasileña Neymar da Silva Santos.

No entraré en el viejo debate de la “messidependencia”. Es obvio que todo equipo que tenga en sus filas al mejor jugador del planeta girará su futbol en torno a él y ante su ausencia repentina se haría necesario un proceso de adaptación del grupo para hacer funcionar otras variantes que mantengan el buen nivel colectivo, cual lógicamente llevaría tiempo, mucho tiempo. En fin, en el Barça, hasta que no se demuestre lo contrario, existe y seguirá la “messidependencia”.

Ahora bien, esto no debería ser tan así en un elenco plagado de grandes estrellas ofensivas, este no es el Nápoles de Maradona, por lo que no se entiende que en estas dos ultimas derrotas (ante equipos no de la primera línea) acumulen a penas una anotación. Neymar, Fabregas, Pedro, Alexis, Iniesta y Xavi son más que suficientes para, entre todos, mínimo “maquillar” la ausencia del argentino.

Que Pedro y Alexis no podían suplir las cuentas goleadoras de Messi era sabido, igual que Xavi e Iniesta no son grandes goleadores aunque puedan hacerlo ocasionalmente, entonces? Por qué el Barcelona tropieza con la misma piedra?  En mi opinión el error ha estado en creer que el joven Neymar estaba listo para desempeñar el rol de Messi, este pequeño error de diseño –para llamarle de algún modo- determina la manera de pensar de los jugadores en la cancha, pues en lugar de hacer un juego colectivo explotando las potencialidades de cada cual intentan hacer lo mismo que hacían con Messi pero ahora basando sus esperanzas en el brasileño, quien aunque ha evolucionado y logrado una magnifica adaptación al equipo todavía no está listo para tal responsabilidad, pierde demasiados balones y mantiene una asignatura pendiente desde su llegada a España: el gol.

“Lo importante es que el equipo gane y no las estadísticas a nivel individual” dice una máxima de los deportes colectivos, sin embargo, en el caso de los cracks (Ejemplo Maradona, Ronaldo, Cristiano, Messi, etc) marcar un gol o ser protagonista con sus individualidades casi siempre hace que el equipo gane, por lo que si Neymar quiere ser miembro de esa selecta lista tiene que aportar más que lindos regatees y constantes cortes de pelo.

Escuché a muchos decir que Neymar estaba tímido, que había cambiado su forma de ser desde que llegó a Europa y que el exceso de respeto por Messi lo limitaba, que compartir terreno lo disminuía, entre otras afirmaciones –para mi- erradas.

Eso es tapar el sol con un dedo, ir a lo simple, buscar la explicación en lo superficial. Cuando Messi estaba en el campo Neymar era mejor, no lo contrario, el 10 jugando como falso 9 atraía 3 y 4 defensores por jugada, mientras en el lado opuesto el jovencito brasileño esperaba aislado que lo asistieran para en explosiva cabalgada quitarse un defensor y ver puerta con facilidad, con Messi en el terreno la responsabilidad y la carga de ser decisivo recae en el argentino, mientras Neymar, sin presión, se limita a jugar bonito y esperar que le caiga un gol para adornar el resultado.

Pienso que en este momento “el principal enemigo de Neymar es el mismo”. Sus 64kg en 1.74cm de estatura lo hacen demasiado frágil ante los rivales de Europa, debe ganar en masa muscular y resistencia, su falta de paciencia de cara al gol, la presión y su -en ocasiones- forma individual de jugar son los elementos que le restan posibilidades. No obstante, sinceramente creo que es un problema de tiempo, calidad y entrenadores le sobran para revertir esa pobre cifra de 4 goles en 19 partidos (1.296 minutos) y aunque no opacará ni superará al 10 barcelonés sí llegará a ser decisivo con su futbol y sus goles.

Neymar no ha podido y por el momento no podrá solventar la misión de «hacer de Messi» porque precisamente él es Neymar, un joven talentoso que tiene que demostrar que su historia no será la de Robinho y otros talentosos delanteros brasileños que pasan de modo efímero por un momento de gloria, mientras Messi, amigos míos, es simplemente el cuatro veces balón de oro, el jugador más desequilibrante del mundo y quién más dianas ha marcado y títulos ha obtenido en los últimos cinco años.

No porque Pelé ladre a los cuatro vientos que Neymar es un ser superior lo será, ni porque Cafú diga que dos años le tomaría al brasileño para “atropellar” a Cristiano y Messi sucederá. No recuerdo a Maradona decir que Messi atropellaría a Ronaldinho, sin embargo en silencio sucedió. Así es el futbol, se hace, se cosecha, se merece, nada es por fuerza o capricho. Potencialidades tiene Neymar para ser lo que desee, pero las palabrerías de sus co- nacionales ante los medios de difusión solo le echan más leña al fuego y con ello más presión al jugador.

Mientras la prensa, analistas y seguidores en general alimentan esta novela, el Tata Martino tendrá que concentrarse en el resto de los jugadores y darle a cada cual el peso que corresponde, exigirles mayor entrega e intentar encontrar “fórmulas de tiempo”, algo así como un Plan “B” que le permita obtener lo más importante: la victoria, jornada tras jornada, y asi resistir en una posición cimera de la Liga y la Champions hasta que el joven Neymar se pueda echar el equipo al hombro o lo que parece más probable y cercano, que el lesionado Leo Messi retorne al Camp Nou.

Así lo veo.