De cómo los disidentes/agentes financiados por EE.UU. se convierten en estudiantes en Miami
La Alborada
Quince cubanos dedicarán un semestre a estudiar en el Miami Dade College (MDC), según varios servicios de noticias. El anuncio del 13 de enero implica que este ha sido un hito, un nuevo desarrollo en las relaciones EE.UU.-Cuba.
Lo leímos por primera vez en el sitio de WSVN 7 News (con video) en Miami. “Bueno, algunos de nuestros profesores, los líderes, pensaron que sería maravilloso si, en el momento apropiado, cuando se eliminaran algunas restricciones, pudiéramos tener un grupo de estudiantes que vinieran desde Cuba sin otro propósito que el de aprender”, dijo Juan Mendieta, del Miami-Dade College.
Pero esto no parece ser un nuevo programa de intercambio acordado por ambos países, reportó WSVN:
Solo unos pocos estudiantes estuvieron disponibles para hablar a los medios, ya que la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), la organización que seleccionó al grupo, trató de silenciarlos. “En estos momentos no tenemos comentario. Lo siento”, dijo un representante, “Sin comentario. Lo siento”.
Esto sucedió después de que un representante de la institución les dijera a los estudiantes que aprenderán “cómo funciona una sociedad libre”.
Nuestro trabajo es encontrar a las personas que realmente –no importa su preferencia política, no importa cuáles son sus creencias– están tratando de encontrar a la gente que están tratando de mejorar su comunidad”, dijo Mariana Hernández, vocera de la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba.
¿Llegaron los estudiantes con el único propósito de aprender? ¿Qué es la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba? Según su sitio web, su misión es:
– Facilitar materiales de entrenamiento, equipos de comunicación y otros materiales, manuales temáticos de know-how, y soporte financiero para los defensores de los derechos humanos en Cuba.
– Documentar las violaciones de los derechos humanos en Cuba y hacer conciencia acerca de esas violaciones en toda Cuba y en la comunidad internacional.
– Incrementar la conciencia de los defensores de los derechos humanos en Cuba y la eficacia en la acción no violenta.
– Colaborar con organizaciones no gubernamentales cubanas e internacionales para brindar un conocimiento adicional y recursos a los defensores de los derechos humanos y los activistas en Cuba.
– Brindar ayuda humanitaria a los defensores cubanos de los derechos humanos y a la población en general en relación con lo que necesiten.
Está claro que la Fundación tiende un propósito. Una sección acerca de su historia dice:
Recientemente, la FDHC se ha asociado con el Instituto Lech Walesa, una organización polaca fundada por el premio Noble Lech Walesa, a fin de dar a los defensores cubanos de los derechos humanos, la experiencia polaca de primera mano en relación con el Movimiento Solidaridad y la transición polaca.
Su presentación es coherente con la de varias fundaciones similares en todo el mundo, frecuentemente vinculadas a la CIA u otras agencias norteamericanas, que se refieren a los derechos humanos a fin de promocionar el neoliberalismo. Para ellos, no hay derechos humanos vinculados a la educación, atención médica, empleo, agua limpia y cultura.
Juan Tamayo, de The Miami Herald, citado aquí por medio de The Bellingham Herald, brindó información adicional:
Se espera que los 15 regresen a su país después del programa y que enseñen lo que aprendieron en Miami “a otros que no tienen las mismas oportunidades”, dijo Juan Antonio Blanco, jefe del Centro del Miami-Dade College para las Iniciativas Latinoamericanas y del Caribe.
Organización sin fines de lucro de Miami, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba pagará el costo estimado de $12 000 a $15 000 para transportación, vivienda y alimentos para cada uno de sus estudiantes. La Fundación ganó en 2011 una donación de $3,4 millones de dólares por parte del gobierno EE.UU. para ayudar a grupos de la sociedad civil en Cuba y recibe más de $600 000 cada año de manos de donantes privados.
Los cubanos, que llegaron durante el fin de semana, tienen de 18 a 37 años de edad, son racialmente diversos y más de la mitad son mujeres, dijeron funcionarios del MDC. No tenían la lista completa de los nombres pero algunos son conocidos.
Entre ellos están tres críticos del gobierno bien conocidos: Raudel Collazo, del grupo de rap Escuadrón Patriota; el artista de los graffiti Maldonado, conocido como El Sexto; y el bloguero Henry Constantín, quien fue expulsado de la Universidad de Oriente en 2006 y de la Universidad Marta Abreu en Villa Clara en 2008.
Cuatro son hijos de disidentes, incluyendo a Lienys Moya Soler, hija de la líder de las Damas de Blanco Berta Soler y del ex preso político Ángel Moya; y Saylí Navarro, activa como Dama de Blanco e hija del ex preso político Félix Navarro. Fue expulsada de la Escuela de Derecho de Matanzas en 2010.
También forman parte del grupo las abogadas Laritza Diversent y Yaremis Florez.
(L.A.: Las dos abogadas no son estudiantes ni este es su primer viaje a EE.UU. En enero de 2013 hicieron una presentación en la Escuela Cardozo de Derecho en la ciudad de Nueva York.)
En resumen, la cobertura mediática del hecho ha sido superficial y engañosa. Los recién llegados, seleccionados previamente por la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana, viajaron individualmente desde Cuba y se materializaron súbitamente como grupo en el aeropuerto de Miami. No son estudiantes inocentes que han venido a aprender acerca de la democracia; entre ellos se incluyen una serie de disidentes apoyados desde el exterior y usarán su tiempo aquí para realizar más contactos y coordinar actividades para promover la atención de los medios hacia ellos una vez hayan regresado.
El rector del Miami Dade College, Rolando Montoya, dijo a AP que “También queríamos asegurarnos de que esto no se interpretara como algo político que permitiera a las autoridades cubanas negar su salida de Cuba”. Pero no es que los cubanos no hayan sospechado. En noviembre pasado, la USAID se vio en una situación embarazosa al saber que había enviado a la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana los detalles completos de los solicitantes de sus donaciones del programa de cambio de régimen, de manera tal que USAID asumió que las propuestas estaban comprometidas. Por entonces, The Miami Herald dijo:
“Una cosa sorprendentemente estúpida”, dijo un funcionario de uno de los grupos que generaron los documentos –solicitudes bien detalladas para un programa de $6 millones de dólares para entrenar a líderes emergentes de los sectores no gubernamentales de Cuba.
“Su solicitud de más de 200 páginas contenía una historia completa de su trabajo anterior con programas prodemocracia de la USAID en Cuba, dijo el funcionario, los nombres de posibles entrenados y los lugares donde pudieran ser entrenados”.
USAID ha minimizado el impacto del error argumentando que el gobierno de EE.UU. nunca ha clasificado los programas prodemocracia como secretos ni tan siquiera como confidenciales.
“Nada acerca del programa Cuba de USAID es clasificado. Sencillamente realizamos los programas de manera discreta para ayudar a garantizar la seguridad de los implicados”, dijo Karl Duckworth, vocero de USAID.
En este caso, de “manera discreta” significa que Blanco, Montoya, Mendieta y Juan Padrón, presidente del MDC, están ocultando los verdaderos propósitos de su programa.
El programa está bien financiado; la Fundación, patrocinadora del curso, recibió $3,4 millones en 2011 de manos del gobierno de EE.UU. Todo es parte de la política norteamericana de un cambio de régimen en Cuba.
Tomado de Progreso Semanal
Publicado el 16/01/2014 en Política y etiquetado en CIA, cuba, Damas de Blanco, Derechos Humanos en Cuba, estados unidos, FDHC, Fundación por los Derechos Humanos en Cuba, MDC, Miami, Miami Dade College, Noticias de Cuba, USAID. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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