Los interminables escándalos de David
El escándalo de David Rivera sencillamente no termina.
La semana pasada, su confidente y buena amiga Ana Sol Alliegro, quien aún asegura que nunca ha trabajado a favor del ex miembro del Congreso, fue arrestada y deportada de Nicaragua, donde vivía oculta. Alliegro fue entregada al FBI el viernes en el aeropuerto de Managua.
Ahora, de nuevo en EE.UU., se declaró no culpable ante un tribunal de Miami de cuatro acusaciones de falso testimonio, conspirar y realizar contribuciones ilegales de campaña. Según su procesamiento, reportó The Miami Herald, “Alliegro y sus ‘co conspiradores’ ayudaron a desviar cerca de $82 000 dólares de contribuciones no reportadas a la campaña de otro co conspirador, Justin Lamar Sternad, en una primaria congresional demócrata de 2012”.
David Rivera es parte de la saga Alliegro. Él ha estado bajo el escrutinio de autoridades locales, estatales y federales por un tiempo que ahora parece eterno. Pero, más recientemente, fue en relación con el caso anteriormente mencionado de Justin Lamar Sternad, quien fue candidato contra Joe García en la primaria demócrata de 2012 por el entonces nuevo distrito congresional 26. García y Rivero se enfrentaron en las elecciones generales que ganó García.
Todo indica que Sternad fue colocado en la primaria por Rivera y su gente. Y “manejado” por Alliegro, quien se autoproclama como una niña mala republicana. El plan era atacar a García en la primaria, debilitándolo con acusaciones sin pruebas e indirectas hechas por medio de publicidad de campaña pagada con dinero misterioso. El misterio resultó ser más de $80 000 gastados por un candidato que había declarado menos de $15 000, de los cuales $10 000 fueron para pagar el registro que se requiere para ser candidato.
Lamar Sternad aceptó su culpabilidad el año pasado de no haber informado de contribuciones de campaña que recibió. Ahora los federales están persiguiendo a los responsables de entregarle el dinero misterioso que provocó su procesamiento. Parece que Lamar Sternad está colaborando con las autoridades –lo cual no es una buena noticia para Alliegro o para Rivera.
La reputación de Rivera como chico malo no es nada nuevo. He aquí algunos recordatorios:
- La organización Ciudadanos a favor de la Responsabilidad y la Ética en Washington (CREW) lo eligió como uno de los miembros más corruptos del Congreso en 2012. Su informe decía: “Sus problemas de ética provienen de lo que parecen ser múltiples planes de lavado de dinero y de evasión de impuestos que incluyen: (1) su papel en la campaña a favor de las máquinas de juegos; (2) repetidos reportes incorrectos en formularios de declaración de finanzas personales; (3) uso de fondos de campaña para beneficio personal y desvío de dinero para familiares y amigos; y (4) sus vínculos personales y profesionales con una excabildera y su compañía asesora”.
- Las evidentes mentiras de Rivera acerca de importantes documentos estatales, en los que asegura haber trabajado para USAID, por ejemplo, cuando en realidad USAID reportó que no tenía conocimiento de que él hubiera trabajado allí.
- Y está Millennium Marketing, una compañía creada por la madre de Rivera y a la que se le pagó más de medio millón de dólares para que ayudara a aprobar una nueva empresa de juegos de azar en la Florida. Los registros muestran que la madre del representante Rivera pagó luego a su hijo. Hay dos cosas inadecuadas en esto. Una, como legislador que votó en la ley de juegos de azar, fue un enorme conflicto de intereses. Y dos, supongo que Rivera nunca oyó hablar de Al Capone. La única manera en que pudieron atraparle fue cuando no pagó sus impuestos…
Pero dejémosle el beneficio de la duda. Quizás Rivera solo quiere tener fuertes valores republicanos creando pequeñas empresas. El problema, sin embargo, como acabo de mencionar, es que estos negocios parecen haber sido canalizar dinero ilegal –a sí mismo y a su compinche político, Sternad.
En cuanto a Alliegro… ella trató de desaparecer en el calor nicaragüense, probablemente en espera de que las cosas se enfriaran en la Florida. Pero la mala chica republicana regresó como una… bueno, chica mala, como ella se autoproclamó en twitter. Fue llevada esposada a Miami por el FBI –sin el terciopelo con el que probablemente haya soñado una vez.
Las próximas semanas probablemente descifren este escándalo sempiterno que lleguen a dimensiones que harán que Rivera se arrepienta de la etiqueta de “gánster” que Alliegro le puso una vez. El valor de cualquiera desaparece como vapor de agua ante una investigación criminal, especialmente si es dirigida por el FBI o el IRS.
¿Y qué tiene que ver con todo esto Marco Rubio, el íntimo de Rivera? Los dos se conocen desde hace casi dos décadas y media, y de manera regular han apoyado mutuamente las medidas políticas del otro. El hecho es que Marco mismo ha tenido unos cuantos tropiezos. Bueno, podemos llamarlos tropiezos. Pero en verdad, el senador Marco Rubio le ha mentido descaradamente con anterioridad a los electores de la Florida. Un rasgo que comparte con David.
Al senador Rubio lo atraparon mintiendo desvergonzadamente acerca de su pasado cuando aseguró que sus padres habían escapado de la Cuba comunista, cuando en realidad se marcharon antes de la Revolución –algunos dicen que la familia estaba huyendo en realidad del hombre fuerte cubano Batista, en 1952.
En cuanto a gastar lo que no es suyo, cuando fue presidente de la Cámara de Representantes de la Florida, Rubio se fue a comprar delicias personales con la tarjeta de crédito que el Partido Republicano le había entregado a miembros seleccionados para que la usaran solo debido a emergencias y propósitos políticos. Rubio las usó para la compra de artículos personales
Se ha demostrado que gastó miles de dólares, incluyendo boletos de viaje para familiares, artículos electrónicos Apple, y hasta alquiler de autos en Miami.
¿Quién sabe? A lo mejor esos dos jugaban Monopolio cuando vivían juntos. Y quizás se les ocurrió la idea de que el dinero fácil llega y se va. En cuanto a la casa propiedad de ambos en Tallahassee… los dos trataron de no pagar la hipoteca.
Scott Arceneaux, el director ejecutivo del Partido Demócrata de la Florida, reaccionó una vez diciendo: “David Rivera y Marco Rubio tienen más en común que solo ser viejos amigos y compañeros de casa –ambos usaron fondos políticos para alimentar sus gastos personales y lujosos estilos de vida.
Después de revisar los antecedentes de estos dos políticos cubanoamericanos (su amiga “chica mala” y operativo político, Ana Sol Alliegro), ¿cómo puede alguien sentir seriamente orgullo –y luego hasta votar por él, ya que estos individuos lo único que traen al Sur de la Florida es vergüenza?
Publicado el 13/03/2014 en Política. Añade a favoritos el enlace permanente. 1 comentario.
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