¿Por qué Cuba debería pactar con los leones?
Fragmentos del artículo publicado en Desde mi Ínsula:
Vicenzo Basile
…Los sucesos de Panamá poco tienen que ver con el respeto al pensamiento distinto. Son hechos que, a pesar de que se diga lo contrario, se considerarían completamente normales en otros contextos. Ningún francés se sentaría en una mesa con los verdugos o con los simpatizantes de los ataques a Charlie Hebdo. Ningún noruego querría escuchar las razones y entender las visiones distintas de Andres Behring Breivik. Ningún español aceptaría un diálogo con los que organizaron el atentado del 11-M. Ningún estadounidense diría que ser simpatizante de Bin Laden es una cuestión de conciencia que cabe en el respeto al pensamiento ajeno. Ningún judío consideraría que un neo-nazi merece respeto por su forma de ver y actuar. Y esto nos parecería natural. Hasta respaldaríamos a estas personas. Compartiríamos su dolor y su rabia. Nos solidarizaríamos con ellas en su atrincheramiento contra el terror y la violencia.
Entonces, ¿por qué los cubanos deberían sentarse en una mesa con los gorilas? ¿Por qué lo que sería un comportamiento natural en cualquier otra parte del mundo se convierte en un gesto de intolerancia si lo hacen los cubanos? ¿Por qué rechazar el diálogo con quienes apoyan el terror se considera – en este caso – una expresión de fanatismo? No se pacta con los terroristas. No se dialoga con sus patrocinadores. No se respetan a sus simpatizantes. No se honran a los que quieren machacar la soberanía y la independencia nacional. Esta es la más elemental ley de la convivencia pacífica entre hombres y mujeres. Los que ahora critican y se indignan frente a lo que pasó en la Cumbre deberían, sencillamente, preguntarse – o al menos explicar – por cuál absurda razón Cuba debería hacerse cordero y sentarse en la mesa para pactar con los leones.
Publicado el 09/04/2015 en América Latina, Cuba, EE.UU. y etiquetado en cuba, Cumbre de las Américas, denuncia delegación Cuba, Foro Sociedad Civil, Foros Paralelos, Panamá, por qué Cuba no se sienta a la mesa con los mercenarios. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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