Arantxa Tirado/Cuba por Siempre
El ataque policial del pasado domingo 19 de junio a los maestros y demás población que se encontraba bloqueando una carretera en Asunción Nochixtlán, Estado de Oaxaca, en respaldo a los profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que llevan varios meses en lucha contra la reforma educativa, se saldó con 13 muertos, 22 desaparecidos y 45 heridos de bala –según últimos reportes.
Los videos existentes muestran cómo la Policía Federal y la Policía Estatal disparan a los manifestantes (y no al aire) para dispersarlos, en una acción cuya violencia recuerda, lamentablemente, a otros hechos que se han dado en la historia reciente del país, como el desalojo del bloqueo en el pueblo de San Salvador Atenco en 2006 o el ataque en el zócalo de la capital oaxaqueña contra la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), también en ese mismo año.
Acontecimiento este último que se puede considerar como un antecedente directo del conflicto magisterial actual en la zona. Por no hablar del más reciente ataque a los normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014, todavía pendiente de justicia y de la aparición de los 43.