El “Sí” en el debate sobre el Plebiscito por la Paz, que se realizará el próximo 2 de octubre, viene imponiéndose en los sondeos y encuestas, también en el ambiente de las ciudades y en el campo, en las redes sociales y en el encendido e intenso debate político sobre los 52 años de conflicto y su resolución; situaciones sensiblemente positivas para politizar un país como Colombia, muy acostumbrado a callar y a escuchar la opinión de la prensa hegemónica. Está ocurriendo tal y como lo dijo el apóstol de la libertad José Martí sobre la lucha de independencia: una idea justa que aparece, vence.
Archivos diarios: 25/09/2016
Juan Manuel Santos: “Estoy dispuesto a jugarme todo mi capital político por la paz”
Tomado de La Nación
Entrevista al Presidente Juan Manuel Santos víspera de la firma de los Acuerdos de Paz en Colombia.
Al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se le fue la vida y buena parte de su capital político tras el acuerdo de paz que selló su gobierno con las FARC. Pero esto no parece afectarlo: “Hacer la paz, increíblemente, es más difícil e impopular que hacer la guerra, pero uno no gobierna por la popularidad, sino por lo que es mejor para el país. Estoy dispuesto a jugarme todo mi capital político por ello”, dice. No es la única definición tajante que hace sobre el acuerdo histórico que mañana oficializará y que pondrá a disposición del voto de los colombianos en el plebiscito del próximo 2 de octubre. “Con este acuerdo no habrá más víctimas, ni más jóvenes en la guerra”, sostiene durante una entrevista vía e-mail con LA NACION. Lee el resto de esta entrada
¡Vivan las FARC-EP de Colombia!
Sergio García Ponce/Aporrea
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) nacieron el año 1964 de la mano del Manuel Marulanda como comandante de las fuerzas revolucionarias antioligarcas que decidieron tomar las armas para combatir al sistema político, económico y social imperante que sometía a través de la represión y el genocidio, a millones de colombianos sufrir hambre, pobreza, miseria; y en contrario, favorecer a las élites en sus mezquinos intereses de enriquecimiento. Lee el resto de esta entrada