Otra vez la OEA: golpe institucional a Bolivia

Por Luis Miguel Rosales
Ayer la OEA volvió a hacer de las suyas: pues dio Golpe institucional a Bolivia, con lo que reafirma que no es más que un Ministerio de Colonias. Evidentemente en sus planes injerencistas, con su cabecilla al frente Luis Almagro, no le conviene que un gobierno progresista como el de Bolivia que se preocupa realmente por los problemas de los habitantes de América, tenga la presidencia del Consejo Permanente. No caben dudas de que la cultura de Almagro es la del dinero, la del “hombre es lobo para el hombre”, pero ¿hasta cuándo sus acciones y las de su grupúsculo van a quedar impunes?

Almagro no se conforma con sus intentos de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, ahora parece querer aplastar a cuanto tenga enfrente, incluso rompiendo el reglamento del Consejo Permanente de la OEA. Es como una transgresión que él se hace a sí mismo ¿por qué sus compañeros en la organización no hacen cumplir lo que está establecido?

Las respuestas están claras: ¿a quién obedece la OEA? A Estados Unidos. El principal propósito de Almagro en este momento es Venezuela, se suma también que ayer Bolivia suspendió la sesión extraordinaria que la OEA tendría sobre Venezuela y en venganza la OEA y Almagro puso al frente del Consejo Permanente a Honduras en lugar de Bolivia y Haití, con la justificación de que al primero eran más antiguo y le pertenecía, pero sucede que los segundos tienen el mismo estatus, es como el dicho que dice “la mentira tiene patas cortas y la verdad siempre la alcanza”.

Las mentiras de la OEA no tienen ni patas se arrastran como gusanos que hay que barrer para que no hagan más daño a América Latina, pero lo que no tiene en cuenta el Señor Almagro es que el bien triunfa sobre el mal, y una vez más sus acciones serán derrotadas.