Tomado de La época
La paz y la democracia están amenazadas en América Latina. De eso no cabe la menor duda. El riesgo real de que la región se convierta en una zona políticamente inestable y socialmente convulsiva no procede de grupos subversivos como los llamaría el establishment estadounidense, sino de las acciones adoptadas -sin el menor apego a los fines formalmente establecidos ni a su larga institucionalidad construida, pero si congruente con su larga historia-, por la Organización de Estados Americanos (OEA) y de su actual Secretario General, Luis Almagro.