La Constitución: Mutilaciones e interpretaciones
Habla poco de lo que sabes y nada de lo que ignoras. Nicolás Leonard Sadi Carnot
Físico francés
Por Ileana González/PostCuba
Navegando por la internet, me detengo en un artículo que versa sobre la situación en Venezuela y el rechazo de la oposición a la Asamblea Constituyente, algo que pedían a gritos pero ahora no les conviene, saben que no lograrán inclinar la balanza a su favor.
Mirando la pantalla pensé en los que en Cuba piden reformas, entre ellas constitucionales, unas realmente necesarias, y me dije, quizás cuando se reforme la Constitución no llene las expectativas de algunos porque la quieran al estilo occidental.
Mis cavilaciones fueron interrumpidas por el timbre de la puerta, la abrí, allí estaba mi amiga la morocha.
Después de saludarnos, me invitó a visitar a un reconocido jurista, pues quería profundizar en el conocimiento de nuestra Constitución.
La brisa del mar nos refrescaba mientras caminábamos por el separador central de Calle G, unos jóvenes sentados en el césped, disfrutaban su ocio cantando acompañados de una guitarra.
Decidimos sentarnos unos minutos. Fijé mi atención en el grupo de jóvenes, uno tenía un pullover con la esfinge del Che, otra uno con una pequeña bandera cubana, entonaban la canción de Buena Fe “Catalejo”, siguió “Pequeña Serenata Diurna” de Silvio Rodríguez, escuchándolos pensé cuan equivocados están los que creen que nada les importa.
Reanudamos nuestro caminar libres y tranquilas, sin temor a un acto de violencia, así es Cuba.
Llegamos a casa del jurista, una de esas personas que dedican su vida a una profesión y se entregan a ella por completo, nos recibió con alegría, pero su expresión denotaba un mohín de resignación, nos invitó a pasar y a refrescarnos con un sabroso jugo de melón, de paso nos presentó a un amigo de la Colina, economista, que casualmente lo visitaba.
Sentándose frente a nosotras preguntó dirigiéndose a mi amiga, ¿Gaucha que quieres saber sobre la Constitución?, -lo que puedas explicarme sobre las manipulaciones y sesgos que más comúnmente se le hacen. Asintió y comenzó a hablar.
La Constitución debe ser reformada, no obstante hay que entender que Cuba se encuentra en un proceso de actualización de su modelo económico, con lógico reflejo en la sociedad. En nuestro caso hay que hacerlo como ha dicho Raúl, “sin prisa, pero sin pausa”, no podemos errar ni avanzar sin comprobar que el próximo paso no lo daremos en falso. Tampoco se puede estar reformando la Carta Magna todos los días.
Es real que carecemos entre otras cosas de un marco legal que regule la participación en internet de personas jurídicas y naturales, algo que existe en otros países, sin embargo el código penal si abarca las conductas que tipifican delitos y pueden tener una expresión en este escenario, como son las asociadas a calumnias y difamación, por ejemplo, si usted afirma que no se respeta la inviolabilidad de la integridad personal de un detenido o preso, tema de innumerables campañas contra la Revolución en las que nunca se han presentado pruebas, eso es un delito de difamación contra la dirección del país.
La pregunta en estos casos es, ¿Dónde están las pruebas?, si la callada es la respuesta, ética y moralmente es censurable, jurídicamente depende de la magnitud y grado de nocividad de la mentira y de la persona que la diga, no se le debe prestar atención a cualquier provocador.
Si se cita la Constitución de forma sesgada, eso es incorrecto y favorece la confusión y las interpretaciones erróneas de la misma, ejemplo, sugerir que no es respetada en lo concerniente a la inviolabilidad de la correspondencia, las comunicaciones telegráficas y telefónicas”, omitiendo que la Constitución establece en su Capítulo VII DERECHOS, DEBERES Y GARANTÍAS FUNDAMENTALES, Artículo 57. La correspondencia es inviolable. Solo puede ser ocupada, abierta y examinada en los casos previstos por la ley.
Se guardará secreto de los asuntos ajenos al hecho que motivare el examen.
El mismo principio se observará con respecto a las comunicaciones cablegráficas, telegráficas y telefónicas.
De aquí se desprende que las autoridades competentes tienen facultad para actuar sin violar la constitución siempre apegadas a lo que la ley les autoriza en estos casos.
Detuvo la explicación y en tono burlón preguntó, ¿Entendieron?, como escolares aplicados asentimos con la cabeza, -entonces vamos a refrescar con un batido, luego continuamos, ah, les dejo de tarea estudiar las leyes que complementan todo lo que les he explicado.
El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Aristóteles
Publicado el 06/06/2017 en Cuba, Política y etiquetado en Constitución, contrarrevolución, cuba, Revolución. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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