Cómo recuerdo a Fidel
Por Sofía Reyes
Mi padre, mi amigo, mi Comandante, ¿cómo te recuerdo un año después de tu desaparición física? Te recuerdo con tu uniforme verde olivo y tus grados de Comandante, te recuerdo sencillo, modesto y humilde y a la vez grande y poderoso. Te veo en el Moncada junto a Abel y en la Sierra Maestra con Camilo y Che. En la plaza junto a tu pueblo te veo haciéndolo frente a las intrigas y maldades de los gobiernos de Estados Unidos. Tus manos amigas y tu sonrisa sincera nunca podré olvidarlas, me las llevaré guardadas junto a tu legado para transmitirlas a mis hijos, y a los hijos de mis hijos, y así hasta la eternidad. Aunque no te conocí físicamente sé que estuviste siempre a mi lado desde antes de nacer, cuando mi madre me cargó en sus brazos, cuando me pusieron al primera vacuna, cuando fui al círculo y a la escuela, cuando asistí a la Universidad y me dieron el título en el Aula Magna, allí te vi también.
Tú estás en las nubes, en el aire, en las flores, donde quiera que haya una injusticia, donde un hombre noble luche por los otros sin importar su nacionalidad, en el que no veía y ahora ve gracias a un Milagro, en el hombre latinoamericano pobre que ya lee Yo sí puedo y es feliz. Enumerar todo lo que hiciste es casi imposible, porque estoy segura que con la modestia que te caracterizó siempre hay mucho que callaste, pero recordarte como tú eras sí es posible, porque cuando camino veo miles de jóvenes que se te parecen. Te recuerdo vivo porque “ la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.
Publicado el 25/11/2017 en Fidel Castro y etiquetado en Abel, cuba, Fidel Castro, Moncada, Plaza. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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