Los yanquis perdieron la memoria

Por Arthur González/El Heraldo Cubano

Al conocer los resultados del operativo policial que capturó a los ex policías terroristas venezolanos al servicio de la CIA, la prensa de Estados Unidos y de sus aliados, tergiversa la información para volver a satanizar al presidente Nicolás Maduro y confundir a la opinión pública.

Estados Unidos, padre y madre del terrorismo internacional creador de la tenebrosa Operación Cóndor, donde los asesinatos y las torturas eran el pan de cada día en Latinoamérica, unido al golpe militar diseñado contra el presidente constitucional Salvador Allende, ahora se oponen a la captura del grupo que robó un helicóptero militar y sustrajo armas de combates para bombardear instituciones gubernamentales venezolanas.

Si ese mismo hecho hubiese ocurrido en Estados Unidos la historia sería contada de otra forma.

Quienes invadieron Irak, bajo la mentira de que poseían armas químicas que no existían y asesinaron a ciudadanos civiles, lo mismo que en Afganistán y Libia, ahora acusan al gobierno venezolano por haber realizado una operación militar para capturar a la pandilla terrorista.

Para confundir y tergiversar la verdad, califican de “asesinato” la muerte del terrorista Oscar Pérez, por considerarlo un “opositor” a sus órdenes. Sin embargo, el asesinato de Muammar el Gadafi, presidente de Libia, fue bien visto por la Casa Blanca, porque ese era el verdadero objetivo con su invasión injustificada en ese país árabe, donde provocaron el caos y la violencia interna.

Estados Unidos es responsable del desorden de la sociedad venezolana, con sus planes subversivos para destruir la revolución bolivariana, la cual no aceptaron desde que Hugo Chávez, ganó las primeras elecciones convirtiéndose en un blanco a eliminar.

La guerra económica y psicológica que llevan a cabo contra Venezuela, solo es comparada con la que ejecutan contra Cuba por similares motivos.

El golpe militar efectuado contra Chávez, fue organizado y financiado por Estados Unidos, incluido su secuestro, lo mismo que llevaron a cabo en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, trasladándolo hacia México en ropa de dormir, hecho sin precedentes en la historia.

Esas acciones tuvieron el apoyo total de gobiernos europeos y algunos latinoamericanos, que callaron ante actos criminales que pisotearon la llamada “democracia”.

La acción comando de Venezuela para capturar a los terroristas encabezados por Oscar Pérez, es legítima y no es diferente a la organizada por las fuerzas militares yanquis para capturar a Osama Bin Laden, quien según dijeron, fue muerto en el asalto, a pesar de no estar armado, como si lo estaba el grupo venezolano que respondió con alto poder de fuego contra las tropas del ejército constitucional de Venezuela.

¿A quién pretenden engañar los yanquis cuando su hoja de crímenes es amplia e inigualable?

¿Se olvidaron de sus crímenes en Viet Nam, donde lanzaron toneladas de napalm para asesinar a campesinos, mujeres y niños?

Oscar Pérez no es un héroe como quieren hacerle creer a la opinión pública, es un terrorista, pagado con dinero de Estados Unidos, que lanzó bombas contra civiles inocentes en Caracas, lo que pudo constarle la vida a cientos de personas.

El mundo conoce el historial de Estados Unidos y no se le puede engañar fácilmente.

Para esos que salieron a defender al terrorista, como Miguel Otero, editor del diario venezolano El Nacional, exiliado actualmente en España, debería condenar a Estados Unidos por acoger y proteger a Luis Posada Carriles, asesino de 73 pasajeros inocentes que viajaban en el avión de Cubana de Aviación, explotado en pleno vuelo y prófugo de la justicia de Venezuela, del cual no dice ni media palabra.

La campaña que hacen contra Maduro, demuestra de lo que son capaces los yanquis cuando surgen dirigentes políticos que no se someten a sus órdenes, algo que no arman contra el presidente de Brasil acusado de corrupción, o los de Argentina y Honduras, porque son fieles subordinados de su política imperial.

A la Corte Penal Internacional tienen que llevar a George W. Bush, por haber aprobado el derrumbe de las Torres Gemelas en New York, para justificar la invasión contra Afganistán y a Barack Obama, por la orden de invadir Libia y el linchamiento del presidente Gadafi, más la ejecución extrajudicial de Bin Laden, cuyo cuerpo no fue mostrado, ni entregado a sus familiares para darle sepultura.

El Departamento de Estado dio instrucciones a su subordinado Luis Almagro, de la OEA y otros países latinoamericanos miembros del Grupo de Lima, para que se sumen a la condena de Venezuela, algo que no hicieron contra los actos terroristas de la derecha, cuando quemaron vivos a seguidores de Maduro, incendiaron instituciones estatales y centros universitarios.

Por presiones del Departamento de Estado yanqui, 12 países latinoamericanos del Grupo de Lima, condenaron al gobierno venezolano y se dice que podrían solicitar a la Corte Penal Internacional, iniciar una investigación contra Maduro, en la próxima reunión de cancilleres el 23.01.2018 en Chile, para  analizar a Venezuela.

Todos, con falta total de decoro, hacen un silencio cómplice sobre el vergonzoso fraude electoral ocurrido en Honduras, y la salvaje represión contra su pueblo que protesta masivamente en las calles.

Del asesinato de Danilo Maldonado en Argentina, el grupo de Lima cerró ojos y oídos para ni ver ni escuchar, la organización Human Rights Watch no ha condenado al gobierno de Macri, ni existen cruzadas de prensa en su contra por los abusos que comete a diario.

Por eso los pueblos se radicalizan cada día y no aceptan imposiciones desde Estados Unidos, país que se aleja de losciudadanos cada vez más, incluidas las expresiones de su presidente, que llamó “países de mierda” a varios latinos y africanos, algo que al parecer Miguel Otero no se dio por enterado, tal y como le sucedió con las represiones policiales contra pacíficos manifestantes en Barcelona.

La democracia sigue enferma entre esos que solo escuchan la voz de su amo, Estados Unidos, y no la de los ciudadanos honestos.

Por esas causas José Martí aseguró:

“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres”

Publicado el 19/01/2018 en Contrarevolución, EE.UU. y etiquetado en , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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