Tal perspectiva, es alimentada por la cantidad de altos funcionarios que por una u otra razón, han ido saliendo de su equipo de colaboradores.
Esto llega tan lejos, que estos últimos están rechazando la posibilidad de que conceda una entrevista al equipo del fiscal especial Robert Mueller.
¿Por qué razón?
Debido a que, como afirmó este lunes el periódico The New York Times, citado por la cadena televisiva CNN, sus abogados temen que haga declaraciones falsas y podría ser acusado de mentir a los investigadores.
El presidente expresó el mes pasado su deseo de hablar con Robert Muller.
Después que Donald Trump hizo tal solicitud, su abogado John Dowd dijo que sería él quien decidiría si el mandatario habla con el fiscal especial, pero aún no había tomado la decisión.
Mientras continúa la investigación del fiscal especial Mueller sobre la muy cuestionada versión de posibles nexos de Trump y Rusia para influir en las elecciones de 2016 y las preguntas acerca de cualquier obstrucción a la justicia, en este caso se ha prestado mayor atención al encuentro con el presidente.
Según fuentes cercanas al asunto revelaron a CNN en fecha reciente que Mueller había proporcionado a los abogados de Trump los asuntos relacionados con la entrevista.Lo anterior, dicho en términos más crudos, es otro grave cuestionamiento a la capacidad intelectual del mandatario estadounidense.
De esta manera, se torna aún más enrevesada, la actual administración de Washington. Mientras, expertos alertan no identificar ello con un posible cambio de rumbo en los más altos predios oficiales de ese país.
La presidencia es solo un importante eslabón de la complicada madeja que une el poder en los Estados Unidos, donde Wall Street, su poderosa maquinaria militar, y los medios publicitarios más importantes moldean el pensamiento, a lo largo de la vida, de los estadounidenses.
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