#Venezuela: Perfilando una nueva escalada
Por Anisley Torres/Mi Cuba por siempre
A quienes les gusta comparar las realidades políticas de Venezuela y Cuba, que no digo que no la haya puntos de contacto aunque insisto en que es reduccionista hablar de imitaciones, debería servirles de antecedente la historia de resistencia de esta isla, y lo digo para que los antagonistas de siempre, los que satanizan todo lo que huela a socialismo o simplemente a proyecto anticapitalista, no cometan una y otra vez los mismos errores y se esfuercen en «actualizar» o «modernizar» sus técnicas.
Resulta que a dos meses de que tenga lugar la Cumbre de las Américas, al presidente anfitrión, Pedro Pablo Kuczynski, le ha tocado la tarea pública de rechazar la figura de Nicolás Maduro en Lima para participar en un mecanismo del que Venezuela es parte.
No quieren ahora al sucesor político de Chávez como alguna vez no quisieron la presencia de Cuba por varias décadas en ese tipo de encuentros hasta que reconocieron el carácter fallido de tal exclusión.
Un nuevo mecanismo de presión contra la Revolución Bolivariana y Chavista
¿Por qué tal actitud? Los que tanto hablan de diálogo y libertades pierden la oportunidad de sentar al interlocutor con el que discrepan para discutir las diferencias y optan por la coerción. ¿Acaso no tendrán suficientes argumentos para sostener su postura?
En la práctica se trata de otro mecanismo de presión, uno más y desesperado como los anteriores para intentar implosionar el proyecto político que los venezolanos eligieron construir y que toca exclusivamente a los venezolanos decidir si optan por su continuidad o ruptura. Y se vuelve esta idea repetitiva, mas necesaria, ante la constante intervención de los gobiernos ideológicamente orientados hacia la derecha.
El peligro mayor no es diplomático. Se comienza a vislumbrar la amenaza militar, luego de la gira de Rex Tillerson por el área, seguida por la presencia del jefe del comando sur de Estados Unidos en Colombia, quien se reunió con un rostro conocido, Oscar Naranjo, el general retirado de la policía que hoy es vicepresidente colombiano pero que fuera negociador del proceso de paz con las FARC aquí en La Habana.
El pretexto para la arremetida es el que aún no se ha terminado de construir, aunque se trabaja fuertemente en ello.
Los medios de comunicación tergiversan la realidad venezolana
Cada día cobra más fuerza la imagen de una Venezuela sumida en la pobreza más extrema de la tierra, con la crisis más crítica de la humanidad, con todo tipo de escasez y una estampida humana hacia países vecinos.
Pero sigue sin ser creíble a lo interno cuando los ciudadanos con derecho al voto han expresado en las urnas un sentir totalmente distinto al descontento chavista que se vende hacia el exterior.
El supuesto problema del momento es la convocatoria anticipada a elecciones presidenciales.
Cómo explicar que un sistema presidencialista como el venezolano con pluripartidismo, hasta este minuto hay 12 partidos inscritos, en un año constitucionalmente electoral, y respondiendo a una exigencia de los opositores de medirse en las urnas, es una medida que se aleja de la democracia, la justicia y la transparencia.
La narrativa mediática juega entonces el papel central en esta historia que no tiene nada de novedosa, y volvemos a las comparaciones con Cuba, demasiados elementos comunes por sacar a ambos de en medio o torcer su rumbo; es una lucha de poderes, es una pugna de intereses a la que le quedan muchos picos todavía: más chantaje, más presiones a las que el ejecutivo venezolano deberá saber responder como hasta ahora y el ejercicio de la constituyente demostró que se puede salir airoso de las peores y más violentas batallas.
Publicado el 21/02/2018 en venezuela y etiquetado en #Rex Tillerson, Colombia, cuba, estados unidos, FARC, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Oscar Naranjo, Revolución Bolivariana, venezuela. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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