Un personaje muy conocido de las redes (eufórico, teatral, falsamente conmovido) ha utilizado un hecho muy amargo y triste que el Ministerio de Salud Pública está investigando con todo rigor y seriedad: la muerte de una niña, a causa, al parecer, de la aplicación de una vacuna de las incluidas para garantizar la inmunización contra trece enfermedades, algo que se viene haciendo y ampliando gradualmente en Cuba desde 1962.
Este individuo se ha valido, incluso, del infinito dolor de los padres. Ha politizado, sin pudor alguno, con sadismo, la tragedia tan honda que ha quebrado a la familia. Lee el resto de esta entrada