Para que nadie se deje engañar y se conozca la verdad del plan que perseguía la reunión “Pasos de Cambio”, efectuada el 25 de octubre 2019, en la llamada Torre de la libertad en Miami, basta con reseñar lo expuesto en la misma por el viejo agente CIA Luis Almagro, Secretario General de la OEA.
El fiel servidor de los yanquis expresó ante miembros de organizaciones contrarrevolucionarias: “Es necesario ratificar la llamada -hoja de ruta- para derrocar el sistema socialista de Cuba e instaurar nuevamente el capitalismo”.
Parece que olvidó que el capitalismo nunca resolvió las desigualdades de la sociedad cubana, ni el desempleo, el analfabetismo, la medicina y la educación, la discriminación racial y de la mujer, como tampoco le procuró una vida adecuada al campesinado de la Isla, ni ha podido solucionar tales problemas en la mayoría de los pueblos de América Latina y del mundo.
Almagro, siguiendo instrucciones de la Casa Blanca y la CIA, repitió textualmente las palabras del presidente Donald Trump y del ex director de la CIA, Mike Pompeo, de que “el socialismo cubano es la peor enfermedad del continente”, como si el neoliberalismo made in USA, impuesto en Argentina, Colombia, Honduras, Guatemala, Chile y Ecuador, fueran la medicina salvadora del hambre y la explotación de los obreros y campesinos de Latinoamérica.
En dicha reunión, a la que estaban convocados varios contrarrevolucionarios residentes en Cuba, para recibir entrenamiento en subversión, miembros de la mafia terrorista de Miami y sus seguidores, solicitaron a la OEA: “tomar medidas contra Cuba, similares a las que esa organización pretende aplicar contra Venezuela, a partir de la activación del TIAR”, o sea, medidas de corte militar como una posible invasión por los ejércitos de Estados Unidos y de otros países miembros de dicho Tratado.
Rosa María Paya Acevedo, “ahijada” del senador Marco Rubio, señaló: “Estamos celebrando la unidad de propósito que nos une para lograr el cambio en Cuba y comprometernos con acciones concretas para lograr ese cambio”.
Por su parte, el congresista Mario Díaz-Balart “agradeció el apoyo de la administración del presidente Donald Trump” y Carrie Filipetti, subsecretaria de Estado adjunta para Cuba y Venezuela, quien estudia para ser bombera, aseguró: “los exiliados cubanos cuentan con el apoyo de Estados Unidos. “La política de Estados Unidos es muy clara: simplemente queremos un retorno de Cuba a la democracia”.
En su intervención la susodicha subsecretaria de Estados explicó las nuevas sanciones impuestas por el presidente Trump, relacionadas a la prohibición del arrendamiento de aeronaves a Cuba, siempre que tuvieran más del 10 % de componentes estadounidenses, más la cancelación de los vuelos directos a 9 aeropuertos en provincias, manteniendo el permiso solo al de La Habana.
Respecto a esas nuevas sanciones Carrie Filipetti apuntó:
“No podemos priorizar las oportunidades comerciales sobre los valores morales. Vamos a continuar incrementando las sanciones contra el régimen de los Castro y no vamos a permitir que el dinero de los contribuyentes vaya al gobierno cubano”.
El secretario de Estado Mike Pompeo horas antes había declarado a la prensa:
“La suspensión de vuelos a nueve aeropuertos de la Isla, envía un mensaje claro al gobierno cubano, de que Estados Unidos está tomando medidas firmes en respuesta a la represión continua del régimen contra su pueblo y su apoyo a Nicolás Maduro”.
Cabecillas de organizaciones contra Cuba en Miami, entre ellos el terrorista Ramón Saúl Sánchez y Sylvia Iriondo, manifestaron su “respaldo a toda acción que suponga acorralar a quienes gobiernan en Cuba hace 60 años y ayudar al pueblo cubano”.
Paralelamente, Mario Díaz-Balart, en su cuenta Twitter escribió: “Alabo que la administración de Trump esté tomando medidas firmes y sin precedentes contra las dictaduras de Castro y Maduro. Poner fin a esos vuelos y cortar otra fuente de ingresos al régimen, es otro paso importante para apoyar al pueblo cubano”.
Recientemente en España fueron sancionados por el delito de sedición, doce líderes que votaron a favor de la independencia de Cataluña. Sin embargo, en Estados Unidos se reúnen abiertamente con cubanos para conspirar contra el sistema constitucional de la Isla, donde los contrarrevolucionarios solicita a un Estado extranjero reforzar las medidas de guerra económica y financiera para estrangular al pueblo, le piden a la OEA la intervención militar, y después arman un gran alboroto por la prohibición de salida del país de 15 asalariados que pretendían participar en esa sedición, para ser entrenados en acciones subversivas que atenten contra la estabilidad interna de Cuba.
60 años de pesadillas no le han permitido, a esa mafia, consolidar el sueño de retrotraer al pasado a un pueblo que tiene estirpe mambisa, y que ni los horribles campos de concentración instaurados por el Capitán General Valeriano Weyler, lograron rendirlo por hambre y enfermedades.
Por tanto, ahora sabiendo leer, escribir, sumar, restar y con la experiencia de las victorias logradas en más de medio siglo, cubanos y cubanas saben cómo defender a su patria de las garras del imperio más rapaz de la historia, porque como bien expresó José Martí:
“La manada de cebras rebeldes no podrá convertirse en rebaño de mansas ovejas”
Por Arthur González.
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