El 11 abril de 1964, el equipo de la emisión “Punto” de la Radio y Televisión Suiza (RTS), a cargo del periodista Jean Dumur, sostuvo un encuentro con el Comandante Ernesto Che Guevara en el Hotel Intercontinental, en Ginebra, en el que el Comandante Guevara respondió todas las preguntas en idioma francés y abordó temas como las relaciones de Cuba con Estados Unidos y América Latina, entre otros asuntos de actualidad.
En ese entonces, el Che ocupaba el cargo de Ministro de Industrias y se encontraba en Ginebra para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Este jueves 15 de junio, nuestro programa de televisión La pupila asombrada estrenó la entrevista que será transmitida íntegramente en el espacio Mesa Redonda el sábado 17 de junio a las 7 pm por el Canal Educativo 2. La traducción para La pupila asombrada la realizó de manera voluntaria Gloria González Justo. Que conozcamos, es la primera vez que la entrevista se transcribe y publica en español.
Jean Dumur: Pero según usted, ¿algo ha cambiado en la actitud de EEUU respecto a Cuba?
Comandante Guevara: Quizás. Es difícil contestarle directamente.
La izquierda latinoamericana ha protagonizado un período histórico fundamental en este siglo. Ha logrado avanzar contra la corriente de las tendencias globales y con ello ha logrado disminuir la exclusión social, cuando ese fenómeno no hace más que aumentar en otras partes del mundo y en otros países del mismo continente que no han reaccionado en contra del modelo neoliberal.
La historia de la Revolución Cubana es una lección magistral de cultura y libertad para con la mujer, desde los mismos comienzos fue alistado su juicio y razonamiento.
La mujer cubana es bella. Su hermosura enaltecida por la cultura es una realidad palpable desde los cuatro puntos cardinales del planeta. Como tenemos féminas con distinguidos uniformes en muchas instituciones, a veces no se perciben bien las diferencias entre sus cuerpos, pero cada día las cubanas se acercan más al horizonte martiano de lo bello. Las miradas y apuntes del Maestro sobre la mujer de un arriero, lo muestran caballero justo y sensato. Sus consejos a María Mantilla lo delatan como profundo observador de los atributos femeninos.
Numerosas personas en el mundo, empezando por millones de cubanos, rindieron tributo a la memoria de Fidel Castro. Pero el fallecimiento del revolucionario también fue la ocasión para sacar otra vez algunos clichés de propaganda anticastrista que uno pensaba que estaban sepultados con la Guerra Fría. Otra vez surgen en los medios de comunicación. Castro condenó a los cubanos a la miseria mientras tenía millones escondidos en una cuenta secreta; Castro hizo de Cuba una cárcel al aire libre; Castro era homófobo… Y, obviamente, el inevitable “Era un dictador”. Sometimos esto a uno de los mejores especialistas de Cuba, Salim Lamrani, para un cuestionario “¿verdadero o falso?”. Entrevista por Grégoire Lalieu.
Solo quedan unos días para finalizar el 2016. Estados Unidos festejó este año el aniversario 240 de su independencia del imperio británico. El documento conocido como la «Declaración de Independencia», promulgado el 4 de julio de 1776, estableció algunos de los principios fundamentales de la nación: «todos los hombres son creados iguales; son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».
Una multitud dio el adiós a Fidel Castro en La Habana, ayer 29 de noviembre en la Plaza de la Revolución, donde tantas veces reunió a las masas que lo escucharon sin cansancio, esta vez las juntó para recordarlo.
Ancianos, niños, mujeres, personas de todas las edades acudieron al encuentro con el hombre que hizo tanto por los pueblos del mundo y por su patria amada Cuba. Los futuros médicos se escribieron Fidel en el rostro y algunos se dibujaron los grados de Comandante.
Perdón, Fidel, por jugar con tu lema más famoso. Pero si hubieras conocido el Athletic hubieras sido rojiblanco a muerte. Y es que el Athletic y Cuba siempre han estado cercanos, por muchos kilómetros de océano que hubiera entre ambos. Rojiblancos y caribeños son como dos islas en medio de un vasto mar bravo.
Unos, frente al despotismo de los grandes del fútbol y sus plantillas sobredimensionadas basadas en el euro. Los otros, dándose de cabezazos contra el imperio del dólar. “Capitalismo, amigo”, que podría añadir Caparrós. El Athletic sobrevive acosado a 120 largos años de historia, sin dejar de competir. En la isla, malviven por culpa de un injusto bloqueo desde que apostaron por la revolución. Y ya sé que ni en un sitio ni en el otro todo se ha hecho bien. Pero la base inicial es buena. Filosofía e ideales.
Not former traduction of Julio Alejandro’ s letter
After to publish an admiring tweet for the death of Fidel Castro: “Fidel Castro is dead”, the futur president of the United States of America Donald Trump said a comunicate that is against of published for the mayority of the personalities of the world, even of his own country.
Sus ojos son varias capas de transparencias. Ha llorado. Los hombres de esta Isla han llorado, los héroes de Cuba han llorado. Las huellas del dolor siguen clavadas en su mirada, pero camina firme por la escalinata, rodeado de jóvenes, para el tributo. Gerardo Hernández Nordelo tal vez no tenga tiempo en estos días para el desplome —hay mucho que hacer para honrar a Fidel— pero muy seguramente será otra vez el propio gigante, como tantas veces en prisión, la fuerza para ese extra necesario, para seguir y hacer.
El expresidente uruguayo José Mujica, emitió este domingo una carta, al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
Esta es la misiva:
Querido Fidel:
Recién me entero, la noticia ha sido devastadora. No dejo de imaginarte a vos, tendido en la escueta cama de madera que se convirtió en tu último refugio. Y aquí estoy, sentado en la entrada de la chacra pensando en lo que diré al mundo y cómo ocultaré esta lágrima, aunque dirán algunos publicistas que será mejor que se vea, que así se construyen las leyendas.
Fidel Castro ha muerto, y Cuba entera y el mundo están de luto. Un dolor inmenso tenemos en el centro del pecho, no hay ni habrá calmante que nos alivie. Sabíamos que eso podría suceder, no sabíamos cuándo, pensamos que demoraría más… ¿Cómo prepararnos para su muerte? Para la muerte de un ser querido nunca nadie está preparado. Todavía nadie cree que se fue y es porque no se ha ido, está en el niño que va a la escuela, en el médico, en el estudiante universitario, en cada mujer cubana, en el hombre que se operó de la vista, porque no veía y ahora ve, en el latino que no sabía leer y ya sabe, todo gracias a Fidel.
Tomado de Cubadebate/Por Julio Alejandro Gómez Pereda
Poco después de publicar un tuit admirativo por la muerte de Fidel Castro -“¡Fidel Castro está muerto!”, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, emitió un comunicado que va a contracorriente de lo que han expresado la mayoría de los políticos del mundo, incluidos muchos de su propio país.
Donald Trump llamó a Fidel “brutal dictador” que dejó un legado “de escuadrones de fusilamiento, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y la negación de los derechos humanos fundamentales”.Aseguró que su “gobierno hará todo lo posible porque el pueblo cubano pueda finalmente iniciar su viaje hacia la prosperidad y la libertad. Me uno a los cubanoestadounidenses que me respaldaron durante la campaña presidencial, incluyendo la Asociación de Veteranos Brigada 2506 -léase mercenarios de Playa Girón: ndr- que me dio su apoyo, con la esperanza de que un día pronto veamos una Cuba libre”.
He sabido, por estos días, de abrazos fuertes, de lágrimas interminables, de desvelos fotográficos, de hermosas certezas, de mensajes que con solo 4 palabras te levantan, de personas con televisores encendidos para saber, y otras con televisores apagados para no llorar; de artistas y atletas en tu nombre; de colegas …
Porque su marcha no es la pena exclusiva de una Isla, sino sensible pérdida planetaria, el deceso de Fidel continúa provocando reacciones en las figuras de Estado y en los intelectuales, en los artistas y obreros, en las mayorías populares y las minorías relegadas que en todo el mundo lo han mirado de continuo, buscando en él entendimiento, justicia y mejora para los tiempos difíciles que vive la humanidad. Este es apenas otro resumen de la repercusión que ha tenido la noticia que hoy llora toda Cuba.
Han transcurrido pocas horas del deceso de Fidel Castro; Cuba vive el Duelo Nacional decretado por varias jornadas, pero las casas-al menos las de mi San Cristóbal, en Artemisa- están cerradas y el sonido del silencio habla más que mil palabras.
La quietud trasluce el respeto por un insoslayable entre los grandes hombres; no se habla de otra cosa entre fronteras y me atrevería a decir que mucho más allá, sin pretender hurgar entre adeptos y detractores, pues sería inútil apartar la mente del hecho en sí y de la gran responsabilidad que tenemos los cubanos por delante.
“Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen / palabras en acción y hechos que cantan, / por eso desde lejos te he traído / una copa del vino de mi patria: / … / Está llena de tantas esperanzas / que al beberla sabrás que tu victoria / es como el viejo vino de mi patria: / no lo hace un hombre sino muchos hombres / y no una uva sino muchas plantas: / no es una gota sino muchos ríos: / no un capitán sino muchas batallas. / Y están contigo porque representas / todo el honor de nuestra lucha larga / y si cayera Cuba caeríamos, / y vendríamos para levantarla, / y si florece con todas sus flores / florecera con nuestra propia savia. / Y si se atreven a tocar la frente / de Cuba por tus manos libertada / encontrarán los puños de los pueblos, / sacaremos las armas enterradas: / la sangre y el orgullo acudirán / a defender a Cuba bienamada.” (Fragmento del poema: A Fidel Castro. Libro: Canción de Gesta. Autor Pablo Neruda.)
El semblante chispeante y festivo que Diego Maradona lució durante la primera jornada de la final de la Copa Davis entre Croacia y la Argentina, desapareció. Sinceramente acongojado, el excapitán del seleccionado nacional entró en el Arena Zagreb junto con su pareja, Rocío Oliva, sin aspecto de querer saltar y celebrar. La muerte de Fidel Castro, su “segundo padre” según el propio Maradona, lo sacudió.
El 25 de mayo de 2003 lo conocí personalmente. Treinta años después de haber estado en la misma plaza festejando el fin de la dictadura y la asunción de Cámpora, hablaba mano a mano con Fidel Castro, la noche que mi compañero asumía como Presidente de la Nación.
Más tarde nos encontramos en la Cancillería, escuchamos juntos a Miguel Ángel Estrella, el concertista de los changos cañeros en Tucumán. Había terminado de ejecutar una de sus memorables interpretaciones. Otro país y muchos sueños.
Como todo el pueblo, los periodistas estamos también de duelo. El mismo sentimiento de pérdida enorme que cubre el país, también nos ensombrece. Algo más, sin embargo, incrementa nuestro pesar. Los miembros de la Unión de Periodistas de Cuba tuvimos en Fidel al más atento de nuestros interlocutores. Siempre dispuesto a oírnos; a estar presente en nuestras deliberaciones. ¿Cuándo no nos comprendió? ¿Cuándo nos quitó la confianza?
En Fidel teníamos, sobre todo, a un maestro. Cuántas veces permaneció horas con nosotros informándonos, explicándonos las circunstancias y planes del país para que pudiéramos informar, opinar, editorializar, para que pudiéramos escribir, hablar, fotografiar, filmar en plenitud de conocimiento de la realidad del país.
El periodista Reinaldo Taladrid en su habitual espacio de La Esquina en el programa de televisión, la Mesa Redonda, inició una serie de tres espacios sobre los ecos de las elecciones en Estados Unidos. En la primera de estas emisiones, el analista reflexionó sobre el voto cubanoamericano en los recientes comicios. ¿Por quienes votaron los cubanoamericanos?