Jesús Arboleya Cervera/Progreso Semanal
El pasado 14 de agosto la administración Obama tuvo lo que en términos periodísticos se denomina “una buena prensa”.
Su política acaparó los titulares de los medios informativos del mundo y no fue para anunciar el exitoso bombardeo de sus drones en alguna parte, el enfrentamiento a un conflicto racial interno o nuevas medidas de la Reserva Federal, que recuerdan a todos que la crisis económica no termina, sino para izar su bandera con gracia y elegancia en un territorio considerado hostil por antonomasia, que ahora se presentaba hermoso, cálido y hospitalario.