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El conjunto de bacterias presentes en la leche materna cambia con el tiempo y ejerce un papel protector #22Mar
Científicos de Canadá y Guatemala descubren un ecosistema bacteriano complejo y dinámico en la leche materna utilizando tecnología genómica empleada previamente en la Estación Espacial Internacional.

El “cóctel” de bacterias beneficiosas que se transmiten de madre a hijo a través de la leche materna cambia significativamente con el tiempo y podría actuar como una inyección de refuerzo diaria para la inmunidad y el metabolismo del bebé. Así lo confirma una investigación realizada por científicos de Montreal y Guatemala y publicada en Frontiers in Microbiology, con importantes implicaciones en relación con el desarrollo y la salud infantil.
Lee el resto de esta entrada¿Cuándo se extinguirá el ser humano?
Tomado de Muy Interesante
Para llegar a asimilar cuán insignificantes somos los seres humanos en la Tierra –y no digamos ya a nivel cósmico–, debemos recurrir a una serie de datos estadísticos diversos y analogías que resultan apabullantes. Entonces empezaremos a asumir, solo en parte, lo irrelevante que es la especie humana en comparación con toda la enormidad de lo que la rodea. En estos cinco puntos definimos el perfil del ser humano y el lugar que ocupa en el mundo.
1. TIEMPO. Si calculamos la huella del hombre en términos cronológicos, entonces también descubriremos que su paso por la Tierra supone apenas un suspiro de esta. Imaginemos que toda la historia del universo, desde el mismo momento del big bang hasta la actualidad, se comprimiera proporcionalmente en un año. La vida en el planeta azul no aparecería hasta el 30 de septiembre; y los primeros primates, no antes del 30 de diciembre. El Homo sapiens no nacería hasta que solo faltaran veintiún segundos para las 00:00 h del 31 de diciembre, como lo describía Carl Sagan en Los dragones del Edén.
2. ESPACIO. Hay mucho espacio libre, y los humanos apenas lo ocupamos. Ni siquiera es necesario calcular todo el espacio exterior sin humanos, porque si nos ceñimos al espacio disponible en la Tierra, advertiremos que esta casi se nos antoja deshabitada. Si actualmente sumamos 7.500 millones de personas en todo el planeta, podemos afirmar que todos nosotros cabríamos holgadamente en la península ibérica. Bastaría con crear una ciudad con la densidad demográfica de Madrid y el tamaño de la península para albergar a todas y cada una de las personas del planeta.
3. MASA. Toda la masa de la humanidad puede reducirse a unos pocos cientos de millones de toneladas, aunque irregularmente repartidos en función de los recursos que posee cada país. Estamos hablando de cifras minúsculas si las comparamos con la masa de otros animales diminutos que nos rodean: los insectos. La Royal Entomological Society de Londres ha estimado que en la Tierra habitan unos 10.000 millones de insectos por kilómetro cuadrado. De hecho, tan solo con centrarnos en las hormigas, ya descubrimos que ellas, en conjunto, tienen una masa superior a la de la humanidad.
4. BACTERIAS. Si nos fijamos en criaturas aún más insignificantes, como las bacterias, las cifras son todavía más sonrojantes, porque se calcula que nuestro planeta alberga cien billones de toneladas de bacterias, cantidad suficiente para cubrir toda su superficie de una capa de 15 metros de espesor. Y es que se estima que el número de bacterias total es de cinco nonillones (lo que equivale a un cinco seguido de 54 ceros).
5. EXTINCIÓN. Hemos vivido poquísimo tiempo en la Tierra, y solo somos una especie de los millones que hay. Por si fuera poco, las criaturas de este planeta han sido víctimas, y nosotros podríamos serlo próximamente, de una extinción masiva que nos borraría de un plumazo de la historia biológica terrestre. Es la llamada sexta extinción, que muchos biólogos creen que tendrá su origen en el cambio climático y que sucederá dentro de treinta años. Habrá que cruzar los dedos.
Curiosidades: Los beneficios del chocolate empiezan en el colon
Últimamente, se multiplican las buenas noticias para los amantes del chocolate –mejor si es negro, sin leche y azúcar añadidos–: ha sido demostrado, por ejemplo, que es un alimento cardiosaludable.
En diversos experimentos con voluntarios, los investigadores detectaron que una pequeña dosis diaria hace descender significativamente la tensión arterial y aumenta la fluidez de la sangre. También se sabe que incrementa la sensibilidad a la insulina, incluso en las personas que no sufren diabetes. Pero hasta ahora, la comunidad científica ignoraba por qué razón se producían estos beneficiosos efectos.