Durante muchos años las cubanas han heredado y transmitido los trucos de belleza más peculiares. Amén de la tendencia actual de acudir a una línea naturista, en Cuba se suma la poca accesibilidad a los avances de la cosmética internacional.
Si frente a lejanos espejos algunas mujeres siguen ciegamente los consejos de Vogue, las cubanas le seguimos echando garras a los consejos de la abuela (nunca vistos en las grandes revistas) tan infalibles como catastróficos a la vista, al olfato y a todos los sentidos.