En la misiva, la organización deploró ‘lo que constituye, en lenguaje difamatorio e irrespetuoso, un acto hostil de extrema arrogancia e irresponsabilidad’.
Así se refirió al anuncio, el pasado 16 de enero, del Departamento de Estado de suspender por solo 45 días, en lugar de los habituales seis meses, la aplicación del Título III de esa normativa.
Ello implicaría, agregó el texto, que cualquier ciudadano estadounidense de origen cubano podría presentar demandas ante los tribunales norteamericanos para reclamar la restitución de propiedades anteriores a 1959, incluso sin tener que justificar el título de propiedad.