Publicado por editormiradas

Por Ricardo Estévez*
A más de un mes de las fraudulentas elecciones en Honduras donde se benefició Juan Orlando Hernández (JOH), continúa la represión. El pueblo hondureño no se conforma con la ilegalidad que patrocina Estados Unidos, quien continúa pagando para intentar llevar a América Latina a una derechización. El primer fraude cometido fue la reelección de JOH, pues en es ese país es inconstitucional, pero el actual presidente confiado por la seguridad que le ofrecen los millones de dólares de su patrocinador siguió adelante sin importar leyes o el pueblo.
El segundo fraude fue el resultado de las elecciones, donde el Tribunal Supremo Electoral proclamó como vencedor a Hernández, claro está que el pueblo sabe que no fue por este por el que votó sino por Salvador Nasralla. JOH reprime a los manifestantes que se niegan a aceptarlo como vencedor. Según los analistas nunca ha existido en este país un movimiento popular tan fuerte como el que hay ahora, porque aunque JOH asesine y encarcele, de cualquier lugar sale un hondureño u hondureña que se rebela contra lo que está ocurriendo en su país.
Es curioso y evidente que la OEA y EE.UU., que viven haciendo campañas mediáticas contra Cuba y Venezuela acusándolas de violación a los Derechos Humanos, no digan nada sobre las represiones, asesinatos o se pronuncien por los presos políticos hondureños. Y entonces, yo me pregunto, ¿hasta cuándo la represión en Honduras? ¿hasta cuándo la comunidad internacional va a permitir que precisamente en Honduras, donde se expulsó a Manuel Zelaya en el 2009 de la presidencia mediante un vil golpe de Estado, haya impunidad con un dictador? JOH piensa gobernar hasta el 2022. ¿Gobernar sobre qué? Un país ahogado en sangre que ya se ha vuelto ingobernable y con razón. ¿Será que se volvió loco? Porque al paso que va no quedará nada sobre lo que gobernar para él u otro futuro presidente.
*Editor de Miradas Encontradas
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