Thierry Meyssan/Red Voltaire
Las primarias estadounidenses, que deberían ser la preparación de un enfrentamiento entre republicanos y demócratas, se han convertido poco a poco en una lucha por el control del Partido Republicano.
En el Partido Demócrata, el duelo entre Hillary Clinton y Bernie Sanders se resume a la lucha de la experiencia al servicio de los ricos contra el idealismo al servicio de la mayoría. Pero toda la atención ha ido concentrándose en el combate que se desarrolla, en el bando de los republicanos, entre Donald Trump y Ted Cruz.
Cruz es un producto fabricado por una agencia militar privada de «operaciones sicológicas». En materia de política exterior, Ted Cruz se ha rodeado de un equipo de personas formadas en tiempos de la guerra fría alrededor del senador Henry Scoop Jackson y, por ende, histéricamente antisoviéticas. El propio Ted Cruz se ha posicionado en contra de toda forma de limitación jurídica del poderío estadounidense y, por consiguiente, contra el principio mismo del derecho internacional.