La noticia de que los médicos cubanos que salvan vidas en Guatemala se irían del país causó más de revuelo a finales de agosto. Numerosas fueron las voces que salieron en defensa de ese personal sanitario, y hasta el propio gobierno, para nada sospechoso de comunista, la ponderó muy satisfactoriamente. Su ministerio de Salud declaró que “sería terrible para nosotros que la brigada cubana se fuera, mucho menos en este momento”, en plena pandemia de COVID-19, ya que su papel es “indiscutible e irremplazable”.

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