“El sistema económico socialista de Cuba es un fracaso” (1), nos repiten desde los grandes diarios, para quienes solo existe una opinión en la materia: la de “cubanólogos” liberales como Carmelo Mesa-Lago, profesor de la Universidad de Pittsburg (2).
Mientras, silencian estudios como los de Emily Morris, investigadora principal en el Banco Interamericano de Desarrollo y profesora de la Universidad College de Londres (3). En ensayos como “Cuba inesperada” (4) (5) o “El rumbo de Cuba” (6) (7), Morris estudia la aguda crisis económica de Cuba en los años 90, producto de la desaparición de su comercio con la Unión Soviética. Y la compara con la que sufrieron, en aquellos mismos años, la propia Rusia y el resto de países del Este de Europa que acometieron reformas de mercado.