Publicado por editormiradas

Por Juan Carlos Díaz Osorio
Para el presidente de Estados Unidos la Casa Blanca parece ser una casa de muñecas. Ya en meses anteriores había despedido al director del FBI, a la fiscal general, al asesor de la Casa Blanca y a otros más, pues cuando los miembros de su gabinete “no están de acuerdo”, se toman decisiones arbitrarias o contrarias al interés de Trump o no cumplen con el programa de su presidente, presentan su renuncia o son despedidos. Ahora acaba de despedir al Secretario de Estado Rex Tillerson, después de que le hiciera dar un recorrido por varios países de Latinoamérica para aunar fuerzas en contra de Venezuela y su Revolución Bolivariana.
Creo saber lo que ocurrió. Tillerson iba con una agenda bien precisa, basta con recordar algunos de los países que visitó: México, Argentina, Perú y Colombia, pero Donald Trump estaba inconforme, quería más, quería gobiernos que lo apoyaran para efectuar una intervención militar en Venezuela. Tillerson se quedó chiquito, no lo pudo lograr, así que no obstante ser un fiel subordinado de su Presidente fue despedido por no cumplir sus expectativas y ahora lo sustituirá el Director de la CIA Mike Pompeo, quien debe estar consciente de qué significa ser el Secretario de Estado de un país en el cual su gobernante no tiene el menor reparo en despedir a su antojo.
Surge entonces una interrogante que muchos tienen hace algún tiempo ¿Con quién se quedará Donald Trump en la Casa Blanca? La respuesta parece más que evidente, ni con Melania, su esposa, ni con el perro y ya sabemos que ni con Tillerson, solo falta que se despida él mismo, pienso que muchos se lo agradecerían, porque su presencia pone en riesgo a la humanidad entera.
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