Publicado por editormiradas
El 30 de Julio de 1957 las calles de santiago de Cuba presenciaban el bárbaro asesinato de quien fuera alma de la Revolución en esa heroica ciudad: Frank País. Junto a él también caía su compañero Raúl Pujol.
Es mucho cuanto se ha dicho y más cuanto podría decirse de Frank País, quien en el momento de su muerte apenas había cumplido los 23 años. Su inestimable participación en la organización de la lucha insurreccional en Oriente y en todo el país; su jefatura en el glorioso levantamiento del 30 de noviembre de 1956 y su dedicación al apoyo de la lucha armada en la Sierra Maestra, lo sitúan como una de las figuras decisivas en el camino hacia la victoria revolucionaria.
Y unidos a sus méritos como organizador y como hombre de acción, descuella en él su extraordinaria personalidad, a la que se han referido con frases entrañables cuantos le conocieron.
Frank, se ha dicho, era un hombre excepcional. Tenía un gran concepto, definitivamente claro, de la organización y la disciplina. Otra de sus virtudes era una gran sensibilidad, unida a un carácter reservado, de pocas palabras. Lee el resto de esta entrada →
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