Aquellos pasajeros fueron examinados por autoridades migratorias de la también llamada Torre de la Libertad y en los años 60 muchos de ellos fueron admitidos en Estados Unidos.
Lo hicieron con la única protección legal de un documento llamado Parole (bajo palabra), que incluyó a Mario.
Una parte de los recién llegados logró cambiarlo por una tarjeta verde de residencia y más tarde obtuvieron la ciudadanía estadounidense.