Antes de 1959 burló a más de un esbirro batistiano con astucia e inteligencia en las calles de su Santiago querido. Auxilió a compañeros de lucha heridos o perseguidos. Subió a la Sierra Maestra. Luego, posterior al triunfo de la Revolución, se encargó de levantar las banderas que claman por los derechos de la mujer. Participó en trabajos voluntarios, desfiles o movilizaciones. Fue una soldado intachable. Fue una mujer, heredera de la estirpe de Mariana Grajales y Ana Betancourt.
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Vilma Espín: una vida llena de ternura y coraje

Vilma Espín en la Sierra Maestra en 1958, junto a Celia Sánchez.
Hablamos de Vilma Espín Guillois, la combatiente, la madre, la amiga, la heroína, la compañera de trabajo, la federada. O hablamos, simplemente, de Vilma. Una mujer que caló hondo en el corazón de los cubanos. Una mujer que, hoy 7 de abril, cumpliría 84 años de vida.