Por Mauricio Escuela
En septiembre de 1682, el vicario juez eclesiástico y comisario del Santo Oficio de la Inquisición en Cuba, José González de la Cruz, realizó una serie de exorcismos documentados por el notario público Bartolomé Díaz del Castillo y en presencia de autoridades de la Villa de San Juan de los Remedios del Cayo. El primero y más sonado, a la esclava Leonarda, arrojó un saldo de 35 legiones de demonios dispuestos a hundir la ciudad a causa de los pecados de los ancestros de sus moradores.
Era quizá el primer caso de una fake news de gran envergadura en el proceso de colonización del archipiélago cubano. Todos, tanto creyentes como incrédulos, estaban obligados a darle crédito a aquella noticia dados los cargos oficiales de José González, un poder que aún por entonces era raro verlo en las manos de criollos, mucho menos en nacidos en la aislada Villa del centro de Cuba. El suceso reunía todas las cualidades como fake news.
Detrás de aquel circo mediático (que incluyó al Capitán General, a la Audiencia de Santo Domingo, al Obispo de La Habana y, finalmente, al propio rey), estaba el interés del comisario José González por la mercedación de terrenos favorables a su persona, así como la cercanía de tales adquisiciones con una nueva villa, surgida del traslado de Remedios (el quinto que se iba a realizar). Así surgió, en 1689, Santa Clara, una ciudad cuyo origen, la fake news acerca de la posesión demoníaca de remedianos y de terrenos habitados por estos, hoy muchos se niegan a publicitar.