
Por Dunia Torres González
En la actualidad, la diana de Estados Unidos se concentra en América Latina, y en particular Venezuela y Cuba. Los dardos vienen de todas partes y atacan una de las áreas más sensibles, la medicina cubana. Titulares como: En medio del caos, Cuba no tiene plan de evacuar a sus médicos de Venezuela; “Prefiero la Cuba del Periodo Especial”: médicos cubanos en Venezuela denuncian penurias, inseguridad; o Más médicos cubanos a Venezuela: de esclavos modernos a “rompehuelgas” intentan denigrar la labor de los profesionales de la Isla, que cumplen misiones en las regiones más diversas del mundo.
Aunque algunos detractores del Gobierno cubano aseguran que el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos constituye una mera justificación de Cuba a los problemas internos, las cifras hablan por sí solas y su incidencia en la economía del país es una realidad: a 933 678 millones de dólares asciende la afectación en casi 60 años, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, y a precios corrientes, ha provocado perjuicios cuantificables de más de 134 499 millones 800 mil dólares, según un informe elaborado por el ministerio cubano de Relaciones Exteriores.
Un vecino viene a su casa, siembra la discordia y luego difunde el rumor de la existencia de conflictos entre los miembros de su familia, similar ocurre con la injerencia de otros países en asuntos internos de las naciones. Y en estos afanes existe un fuerte aliado: la prensa sensacionalista.