Dado que la acogida automática a migrantes de la Isla en EEUU fue derogada en 2017 por Barack Obama (2), el joven polizón solicitó el asilo político por posibles “torturas” en caso de deportación: “Si me regresan (sic) a mi país, allá me van a reprimir, torturar, encarcelar”, declaraba al canal Telemundo (3).
Sus súplicas a la Casa Blanca eran acompañadas de una denigrante apología de los “valores americanos”: “Les pido encarecidamente que valoren mi caso… vine aquí porque este es un país que da oportunidades a las personas que son de bien y son trabajadores, un país donde se respetan los derechos humanos”. Está claro: 19 mil migrantes que, cada mes, deporta EEUU, son chusma. Solo son personas trabajadoras “de bien” quienes están dispuestas a lamer los zapatos del Tío Sam. Lee el resto de esta entrada