Por Arthur González
Estados Unidos no se conforma con ver a Cuba transitar libremente a pesar de la guerra económica que le han impuesto desde hace 58 años. Año tras año sufren al comprobar que sus planes terroristas y de subversión, no pueden derrocar a la Revolución socialista y aun así persisten en su empeño.
Las más recientes acciones de la Casa Blanca, fueron desmontar la sutil e inteligente política subversiva diseñada bajo la administración Obama, quien pretendió desmontar el socialismo desde adentro, utilizando hábilmente la maniobra del acercamiento diplomático para como el mismo expresó:
“Aumentar considerablemente nuestro contacto con el pueblo cubano. Tendremos más personal, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera más extensa en toda la isla…incluida la sociedad civil y con los cubanos que buscan alcanzar una vida mejor. […] Nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana, pero creo que el compromiso estadounidense, mediante nuestra embajada, empresas y ante todo nuestro pueblo, es la mejor manera de representar nuestros intereses, y apoyar la democracia y los derechos humanos”.