Con la misma prontitud que el escultor Enzo Gallo Chiapardi modeló el busto dedicado a Fidel la noche antes que la caravana libertaria que recorrió el espinazo de la isla grande entrara a La Habana el 8 de enero de 1959 con el jefe rebelde al frente, el artista italiano tuvo que desparecerlo de la faz de la tierra. Apenas el líder supo de la noticia del monumento erigido en su homenaje en las cercanías de la Ciudad Militar de Columbia, ordenó retirarlo. Gallo Chiapardi quedó preso del desconcierto.
La AFP consultó expedientes del presidente estadounidense John F. Kennedy, asesinado en 1963, el de su victimario, Lee Harvey Oswald; del líder cubano Fidel Castro y el del guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara.
Kennedy y Oswald
Son archivos muy similares, salvo que el de Kennedy suma 286 páginas porque, además de las 110 que conforman el de Oswald, incluye reportes de actividades públicas del presidente y recortes de periódicos sobre el magnicidio.