Nuevo golpe a la democracia en América Latina.

Arthur González.

El pasado 22.06.2012 es una fecha nefasta para la democracia en América Latina. Nuevamente la derecha pro yanqui sin cortapisas ni temores le da un golpe mortal a un gobierno constitucional. Es el turno de Fernando Lugo en Paraguay. Fue evidente el respaldo del gobierno norteamericanoen este golpe, pues sin el nadie se atrevería a hacer semejante acción.

Una farsa similar ocurrió hace algunos años en Honduras con el respaldo de la mafia de origen cubano radicada en el sur de la Florida. Recordamos a la congresista Ileana Ros Lehtinen, la que se autotitula defensora de la democracia y los derechos humanos, defendiendo a los golpistas, vaya democracia la de estos mafiosos. Después le siguió al intento de golpe al presidente de Ecuador pero el pueblo y la propia posición asumida por el propio presidente Correa lo impidieron, poniéndose al descubierto la conspiración imperial. El presidente Evo Morales ha sufrido intrigas y múltiples conspiraciones. No es casualidad que eso sucede contra todos los presidentes que mantienen una posición de izquierda y anti norteamericana.

El pecado de Lugo fue renovar la política histórica del Paraguay y defender a los desposeídos. Lo que dio el puntillazo fue su intensión de hacer una pequeña reforma agraria, algo imperdonable para el Imperio. Recodemos que esa fue la causa del golpe en Guatemala a Jacobo Arbenz y de la invasión por Bahía de Cochinos a Cuba.

Desde el inicio del gobierno del presidente paraguayo se vieron los primeros planes contra su persona. Golpes bajos expusieron públicamente reclamos de mujeres sobre la paternidad de hijos, señalándolo como el padre biológico. De tal hecho se conformó un gran show mediático, donde se atacó su moralidad ante el pueblo. Sin embargo a todos aquellos que simulan limpieza de actuación y mantienen doble vida, especialmente los burgueses, nadie los molesta y menos le divulgan sus asuntos privados ante la prensa nacional.

No cabe la menor duda que el Imperio no quiere soportar una nueva era de izquierdas en Latinoamérica, aunque sea por la elección democrática del voto popular. Estamos ante una nueva etapa de retroceso a los golpes de Estado de los años 60 y 70, con cierto sello de supuesta legalidad forzada.

Esto debe servir de lección para los que aun creen en esa vieja democracia. En Venezuela el presidente Hugo Rafael Chávez ha sido el presidente que más elecciones ha tenido y aun así le dieron un golpe de Estado con secuestro incluido, y el respaldo total de Washington y sus aliados europeos.

Cabe la posibilidad de que en las próximas elecciones del mes de octubre la derecha venezolana de conjunto con la embajada yanqui, organicen provocaciones para declarar ilegales las votaciones a favor de Chávez.

Los pueblos tienen que estar bien alertas. Con el imperialismo yanqui no hay arreglos. Es como dijo el ex presidente G.W. Bush “conmigo o contra mí”.

Si fuese un golpe de la izquierda, las fuerzas armadas norteamericanas estuvieran preparadas para invadir a quien se atreva. La OEA ya hubiese solicitado la intervención del TIAR y la Unión Europea ni que decir, declarando sanciones y medidas conjuntos de bloqueo.

Así es el imperialismo, se declaran jueces supremos que juzgan y sancionan a los que ellos declaran como violadores de los derechos humanos. Es la falta de moral y ética.

Los pueblos se han cansado y han dicho basta. Veremos nuevas revoluciones, ya se perciben indicios de rebeliones populares con el movimiento de los indignados y de los ocupantes de Wall Street.

Más temprano que tarde llegarán los cambios sociales, la gente no aguanta más tanta explotación.