La parte de Miami que no se divulga.

Arthur González/El Heraldo Cubano

De acuerdo con los resultados de una investigación efectuada por la Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS), por sus siglas en inglés, los niveles de pobreza en Miami se mantienen altos, al tiempo que los ingresos van en picada.Se asegura que el estudio efectuado es el más completo que lleva a cabo la Oficina Nacional del Censo en todo los Estados Unidos.

Entre los índices analizados están los ingresos medios por cada familia, y dicho estudio arrojó que en Miami estos son casi la mitad de los que percibe una familia residente en Washington DC, lo que conlleva a que se reconozca que la pobreza en la zona metropolitana de Miami está por encima de la media nacional, en niveles similares a los registrados en el año 2010.

Los datos obtenidos en la referida Encuesta, pusieron de manifiesto que el pasado año 2013 un millón 17 mil 832 personas, vivieron por debajo del umbral de la pobreza, lo que resulta un ligero incremento con respecto al 2012, algo que supera al de todo el estado de Florida.

Relacionado con los niños, se afirma que el número de estos que viven por debajo del nivel de pobreza continúa igual al del año 2010.

Esta crítica situación económica ha traído como consecuencia que el estado haya tenido que otorgar más ayudas en alimentos o dinero, elevándose a un 17,5 %, o sea un 3,7 % más de personas beneficiadas que en el año 2013.

En cuanto a los ciudadanos sin ningún seguro médico en el 2013, Miami alcanza el primer lugar entre las 25 áreas metropolitanas más pobladas de todo Estados Unidos, para un 24,8 % del total de las personas residentes. Estos elementos están relacionados con los bajos salarios que posee Miami, unidos a la grave crisis económica que afecta al país.

Sobre el particular, expresó Fernand Amandi, uno de los directores de la encuestadora Bendixen & Amandi: “si Miami se ve como un laboratorio sobre lo que va a ser el futuro del país, entonces Estados Unidos está en problemas”.
“Miami está orientada hacia los intereses de los sectores adinerados y no hacia los intereses de los residentes de a pie y este desequilibrio es una bomba de tiempo”.

Mientras esto sucede en la llamada “Ciudad del Sol”, el presidente Barack Obama persiste en aprobar millonarios presupuestos para hacer la guerra en zonas muy distantes del país, y estimular e inmiscuirse en conflictos que en nada tienen que ver con Estados Unidos.

Ejemplos válidos son Ucrania y Siria, donde Estados Unidos ha creado situaciones artificiales para ocupar esos territorios, solo por intereses geopolíticos, pues en ningún momento la Seguridad Nacional norteamericana se ha visto amenazada.

Si en vez de aprobar presupuestos para estas actividades, más los 20 millones de dólares anuales que aprueba públicamente para las acciones subversivas contra Cuba (sin contar los que entrega a la CIA y otros organismos de inteligencia), se dedicara a trabajar por el mejoramiento de su propia población, diferente sería el panorama económico de Miami y otras tantas ciudades.

Cada mes se incrementan los millones de dólares asignados en armas, municiones y otros pertrechos de guerra que van contra los presupuestos para elevar los niveles de salud, educación y seguridad social del pueblo, enriqueciéndose aún más los poderosos que dirigen el Complejo Militar Industrial.

La distancia entre ricos y pobres aumenta por horas, la crisis económica deja sin recursos a la nación para enfrentar catástrofes nacionales o locales, pagar a sus empleados públicos y crear nuevos puestos de trabajo.

No hay dudas. Estados Unidos se endeuda y empobrece cada día más y no por tener precisamente un sistema de economía socialista, sino un capitalismo salvaje, que como Saturno devora cada día a sus hijos.