Cubanos residentes en los EEUU defienden su patria en el Capitolio de Washington
Por: José R. Oro
En los edificios cercanos al Capitolio es donde radican las oficinas de los senadores, representantes, comisiones parlamentarias, soporte técnico y logístico, reproducción de documentos, salones de reuniones y una miríada de otras funciones. El Senado de los Estados Unidos está formado por 100 senadores (dos por cada estado) —53 republicanos, 45 demócratas y dos independientes (uno de ellos Bernie Sanders) — y 435 representantes, de ellos 235 demócratas y 198 republicanos (aún dos curules están en proceso).
Cinco cubanos residentes en tres estados de los Estados Unidos pidieron y obtuvieron audiencia con cinco senadores y dos representantes de sus estados en el Congreso de los Estados Unidos para discutir el tema de Cuba, y de esa manera disponer de una voz que transmita la verdad y que rompa el casi total monopolio de información que han tenido los anticubanos en el magno edificio que alberga el Senado y la Cámara de Representantes. Las reuniones se desarrollaron durante dos días, el jueves 6 y el viernes 7 de junio.
El grupo de los cubanos ciudadanos y residentes en los Estados Unidos estaba conformado por dos hombres de negocios, un consultor de seguridad e higiene del trabajo, una trabajadora social y un geólogo. Proceden de Pennsylvania, Virginia y Connecticut.
El jueves 6 de junio, temprano en la tarde, comenzaron las visitas, que continuaron todo el viernes 7 hasta el fin del día. La primera jornada terminó cerca de las 6 p. m., hora en que los empleados y visitantes se marchan a sus casa “como balas”. De 7:30 a 9 a.m. y de 4:30 a 6 p. m., los pasillos del Capitolio estadounidense y de sus dependencias están entre los lugares más peligrosos del mundo. En Washington D. C. como en la Madrid del gran Joaquín Sabina “la vida es un metro a punto de partir”, pero eso se aplica a todas las metrópolis, claro está.
Algunas aclaraciones para los lectores. Este tipo de actividad no es lo que se conoce como lobby (o cabildeo en castellano). El cabildeo se efectúa a una escala descomunal por empresas o cabilderos individuales profesionales y con una licencia o certificación para ejercer esta actividad. Tratar de hacer cabildeo o actividades comparables sin estar certificados para ello viola la ley estadounidense.
Sin embargo, cada ciudadano sí tiene completo derecho a hablar y exponer sus ideas y peticiones a los senadores de su estado y al representante de su distrito electoral. Eso no es solamente lícito, sino que tiene un impacto hasta mayor que el trabajo de cabilderos profesionales, porque se ve como algo auténtico, legítimo, y no una actividad pagada por grupos de interés como los cabilderos.
¿Cómo fueron las reuniones?
Los defensores de Cuba en sus visitas a los congresistas, expresaron la realidad del archipiélago, el impacto del cruel bloqueo en la vida de los ciudadanos y el progreso del país, la oposición a la suspensión de los viajes grupales “people to people” y de las visitas de cruceros.
Se pidió el apoyo de todos los visitados a la propuesta de legislación por el senador Patrick Leahy, llamada Freedom for Americans to Travel to Cuba Act. Y a la autorización de créditos no gubernamentales a las exportaciones de alimentos y otros productos de la agroindustria hacia Cuba. Las reuniones fueron en orden cronológico, como sigue:
- Dylan Clement, asesor de política exterior del senador republicano Patrick Toomey del estado de Pennsylvania. Esta reunión fue de la mayor importancia, debido a que este es un senador republicano que mostró interés por la situación de Cuba. Muchas preguntas, algunas buenas, otras sin ser hostiles, más bien frías.
- Robert “Bob” Nelson es el asesor de politica internacional del senador Chris Murphy de Connecticut. Muy motivado a favor de un trato justo con Cuba, este experto tiene grandes conocimientos sobre esta y América Latina. El senador Murphy es copatrocinador del proyecto del senador Leahy.
- Valli Sanmugalingam es la asesora de política internacional (y de todo lo importante) del senador Bob Casey Jr. de Pennsylvania. Impresionantes sugerencias de cómo trasmitir la verdad sobre Cuba a los miembros del Congreso estadounidense. Aconsejó llevar siempre una o dos solicitudes, por ejemplo, votar a favor de la libertad de viajar a Cuba y de los créditos a los productos agrícolas estadounidenses, y si hay más que decir regresar en otra ocasión con otras propuestas. Además de conversar, traer materiales escritos en inglés con datos, cifras, estadísticas, que apoyen lo requerido. Completo apoyo contra el bloqueo por su parte.
- Guy Mentel, asesor de política exterior del senador por Virginia, Timothy “Tim” Kaine. Habla castellano, tiene profundos conocimientos sobre América Latina, fue directo al grano: “¿Cómo podemos ayudar a que estas acciones anticubanas no sigan in crescendo? Denme todos los datos, y material fáctico que sea posible”.
Al día siguiente fueron visitados los siguientes funcionarios:
- Jack Spasiano, uno de los principales asesores de la representante por Connecticut Rosa DeLauro. Quizás la mejor de todas las reuniones, buena información sobre Cuba, la representante DeLauro ha estado en dos ocasiones en el archipiélago, e integró la comitiva del presidente B. Obama en su visita a nuestra nación. DeLauro fue una de las iniciadoras del Festival del Arte y las Ideas, que se efectúa anualmente por dos semanas en la ciudad de New Haven. Además, se sugirió invitar a artistas cubanos a ese festival en 2020.
- Carly Frame, asesora de política internacional del representante Brendan Boyle de Pennsylvania. Brillante joven, con una vasta cultura, muy interesada, escuchó y anotó con atención las verdades que los cubanos le expresaron (por cierto tomar notas de varios cubanos hablando a la vez es siempre una tarea cuesta arriba). Muy enfocada en lograr resultados y apoyar legislaciones con formas concretas de acción que detengan las agresiones contra Cuba.
- Zach Lewis es el especialista en asuntos latinoamericanos del Senador Mark Warner de Virginia. Interesado y atento, también brindó una buena y útil oportunidad de comunicar los temas de Cuba.
¿Que se logró y aprendió?
Pienso que el más importante logro fue la rotura del casi total monopolio de transmitir y opinar sobre Cuba en el Congreso de los Estados Unidos. Esto se efectuó por ciudadanos estadounidenses nacidos en Cuba, como individuos comunes que, sin pertenecer a ningún grupo de interés, elevan la voz por su país de origen. Este proceso no puede ser esporádico para que rinda frutos, sino que debe de ser continuado.
Se entregaron muchos documentos con datos elaborados por instituciones estadounidenses que demuestran que, lejos de tener el control sobre la comunidad cubana en los Estados Unidos, como argumenta la ultraderecha de Miami, la mayoría de esa comunidad defiende el fin del cruel bloqueo, no está de acuerdo con el recrudecimiento del mismo, y desea que haya la mayor cantidad posible de viajes a Cuba tanto por parte del pueblo estadounidense como de los cubanos residentes.
También se llamó la atención sobre que durante décadas se hizo una enorme fanfarria sobre el hecho de que era muy difícil para los cubanos viajar al exterior, pero ahora los estadounidenses no pueden viajar a Cuba libremente.
Otros temas fueron el cambio climático, el potencial de la colaboración en ese sentido, las energías renovables, la industria farmacéutica y el potencial económico para empresas estadounidenses de Virginia, Pennsylvania y Connecticut en Cuba.
Se hizo énfasis en que la severa disminución de los viajes de estadounidenses afecta mucho al naciente sector empresarial privado cubano, y que, por culpa de Trump y de un grupo de sicofantes de Miami, el prestigio de los Estados Unidos ha sido afectado en grado sumo.
Los destacados especialistas congresionales en política exterior, expresaron que una de las tácticas de los anticubanos (y extendido a la ultraderecha en general) es abrumar al Congreso con una multitud de líos y escándalos: el “muro” fronterizo, la investigación de Mueller, el ocultamiento del documento de este por parte del fiscal general William Barr, las emergencias nacionales, las acciones hostiles contra Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Venezuela y Cuba, la posibilidad de un intento de impeachment, entre otros, de forma que los congresistas no puedan concentrarse mucho en su labor legislativa habitual.
Los enemigos de Cuba, con experiencia, contactos y recursos monetarios, aprovechan ese tremendo desconcierto para evitar que el tema cubano sea demasiado discutido y tenga poca prioridad en el Congreso de los Estados Unidos, y que las decisiones queden en las manos del ejecutivo fascista de la Casa Blanca.
Se observa que la acción mediática contra Venezuela ha calado lamentablemente en algunos sectores bastante progresistas en otros temas, y que, aunque muy disminuido, todavía un par de personas comentaron sobre los inventados ataques sónicos: “no creemos que sea un ataque cubano, pero debe haber ocurrido algo”.
Muchos cubanos residentes en los Estados Unidos van a comenzar a visitar a sus congresistas y pedir que cese la constante agresión contra el país que los vio nacer. Es muy importante ir a las oficinas de Washington, porque las oficinas locales de estos congresistas están más enfocadas en temas de su territorio, y los expertos y asesores de política exterior se encuentran en Washington D. C.
Hay que defender a Cuba, y que la cúspide política estadounidense vea que la ultraderecha de Miami los engaña, que ellos no controlan el voto de alrededor de dos millones de personas de origen cubano, ni representan sus deseos o intereses.
Publicado el 12/06/2019 en Estados Unidos Vs Cuba y etiquetado en bloqueo, Bloqueo contra Cuba, Congreso de los Estados Unidos, cuba, estados unidos, relaciones cuba estados unidos, SENADO. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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