Locura versus ingratitud

Por Arthur González

Para los que aun andan confundidos por la propaganda made in USA de que Guillermo Fariñas es en realidad un “disidente víctima” de la Revolución cubana, es hora de que se percaten que ante todo es un ingrato, que además no está en sus cabales.

El 21 de enero el susodicho declaró a la emisora española Onda Cero que el actual Presidente español Mariano Rajoy, “tiene una gran complicidad con los gobernantes comunistas cubanos”.

Para el conocido como El Faquir Cubano, -dice que estuvo más de 300 días sin ingerir alimentos,- “el giro que sufrió el trato por parte de España a los disidentes con la llegada de José Luís Rodríguez Zapatero, ha continuado para mal, tras asumir Rajoy la presidencia del Gobierno”.

Según su apreciación, el presidente de España no da el mínimo apoyo a los cubanos, en otras palabras a los asalariados del gobierno norteamericano.

Fariñas y el resto de los acostumbrados a recibir dinero fácil por solo acusar a Cuba de ser “violadora de los derechos humanos”, no se percatan de que sus mentiras ya cansaron a los gobernantes españoles y a muchos de los europeos.

Los propios españoles han tenido la oportunidad de verlos actuar en su país, después que los acogieran como “refugiados políticos” y  ahora ya los califican de revoltosos atorrantes, ante las constantes indisciplinas  sociales y hechos delictivos cometidos a costa de su supuesta “oposición” al gobierno de Cuba.

No es que Rajoy esté en complicidad con el gobierno de la Habana sino que lo mordió la realidad y está convencido de la manipulación en la que ha sido envuelto por un grupúsculo de personas sin valores ni principios éticos, lo que demuestra el propio Fariñas con sus actuales declaraciones.

Algo parecido le sucedió con la inculta y grosera Berta Soler, de las Damas de Blanco, y con la viuda del contrarrevolucionario Oswaldo Payá Sardiñas, quienes también hicieron declaraciones ofensivas contra España, al reclamar un apoyo en contra de las propias leyes españolas.

Pero como dice el refrán “nadie escarmienta por cabeza ajena y cría cuervos que te sacarán los ojos”.

Tal vez el Sr. Rajoy ha sacado sus propias conclusiones y coincida con el Apóstol José Martí, cuando dijo que:

“La ingratitud es un pozo sin fondo, y como la poca agua que aviva los incendios…”